La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), invalidó el decreto que reforma la Ley General de Comunicación Social y la Ley General de Responsabilidades Administrativas, conocido como “plan B” (en su primera parte) por considerar que fue aprobado por la Cámara Baja, con graves violaciones en el proceso legislativo, es decir fue desechado desde la forma, sin ni siquiera poder llegar al fondo, en el “argot popular” se puede decir que los diputados de #MORENA aprobaron un cochinero. No se necesita ser adivino para saber que la segunda parte del “plan B” correrá la misma suerte. Sin embargo queda abierta la posibilidad que los legisladores de la #CuartaTransformación, presenten en el mismo tenor una nueva propuesta pero ahora si cuidando las formas, sin embargo es una posibilidad remota, ya que #AMLO está enfocando su esfuerzo a lo que bautizó como el “plan C”.
El “plan C” lo ejecuta desde el púlpito de la mañanera, donde pide a las huestes, y simpatizantes de #MORENA y sus aliados, ni un solo voto para el “bloque conservador”, el objetivo es; no sólo replicar el tsunami” del 2018, sino superarlo y de esta forma conseguir la mayoría calificada, es decir las dos terceras partes de los legisladores en ambas cámaras, con lo que el y su sucesor (a) no tendrían el menor impedimento para realizar cualquier reforma constitucional que les pareciera adecuada, ademas que asegura que de no ser así, el próximo titular de la máxima magistratura de la Nación, quedaría totalmente maniatado.
López Obrador; afirma y celebra que durante su sexenio, sea la primera ocasión que existe realmente una verdadera división de poderes, sin embargo es algo que no se puede atribuir, a su trabajo, se trata de una característica que los poderes llevan en su esencia. Que el poder judicial esté cooptado por el ejecutivo, era una costumbre más no es su naturaleza. Pero a pesar del discurso del primer mandatario, es claro que no está cómodo con la autonomía del Poder Judicial, sus diferencias iniciaron desde principios del sexenio, con el desacuerdo con los sueldos en el poder judicial, donde ganan más que el presidente. Un ministro de la Suprema Corte obtiene $578 mil pesos mensuales, cantidad que está por encima de lo que ganan sus homólogos en otros países. La resolución de la SCJN, a la propuesta de seguridad de AMLO genero un nuevo encontronazo. Posteriormente la aceptación de la Suprema Corte ha la controversia constitucional que presentó el INAI provocó que AMLO afirmara: los comisionados son unos inútiles, además ganan más que yo. Después de invalidar el “plan B” #AMLO declaró “el Poder Judicial está podrido, actúa de manera facciosa”
López Obrador está tan seguro que funcionará su “plan C” que afirma, que en septiembre de 2024 (un mes antes de que concluya su mandato) presentará una reforma judicial constitucional para que los ministros de la Suprema Corte de Justicia sean electos por el voto popular, bajo el argumento que es la forma de elegir a los miembros del Poder Ejecutivo (presidente, gobernadores, alcaldes) y el Poder Legislativo ( diputados y senadores) que por lo tanto no existe argumento para que en el Poder Judicial, sean elegidos de otra manera.
La factibilidad del éxito del “plan C ”depende en gran medida de la oposición, una parte importante de la fortaleza de la #CuartaTransformación tiene su origen en la debilidad de sus adversarios. La narrativa opositora que #AMLO esta destruyendo al país, pudiera o no, ser cierta; pero lo fundamental es que la mayoría no lo cree. Prueba indubitable esta en los procesos 2021 – 2022 donde #MORENA Y sus aliados ganaron 16 de las 21 Gobernaturas en juego. La oposición está obligada a observar qué sucedió en Durango, con el triunfo de Esteban Villegas, quien logró revertir las tendencias iniciales de las encuestas, que le daban una ventaja considerable a la abanderada de #MORENA. La selección de buenos candidatos en la oposición, en cada una de las entidades federativas, será fundamental, El éxito del plan C del presidente… esta en manos de su oposición.
