Muchas personas consideran peyorativo el término de “corcholata” que utiliza #AMLO, para referirse a los aspirantes presidenciales de #MORENA; Claudia, Marcelo, Adan Augusto, Ricardo, lista a la que ahora se suman Fernandez Noroña y Manuel Velasco, las propuestas de los partidos aliados a la #CuartaTransformación, PT y Verde. Incluso se asegura que el Presidente, tiene en la Jefa de Gobierno de la CDdeMX, su corcholata favorita, versión que por supuesto, aceptan, difunden y apoyan las huestes de Claudia, asegurando que esta es la linea que marca el máximo pastor, guia y fundador del cuatroteismo.
Sin embargo la afirmación de “corcholata favorita” es contradictoria con el origen de este mote, pues surge precisamente de la negación de realizar la práctica del tapado de antaño, el presidente fue muy claro cuando instituyó este apodo dijo: “Ya no hay tapados, yo soy el destapador y mi corcholata favorita va a ser la del pueblo”. También en esa ocasión hizo remembranza del origen y características del “tapado” describiéndolo como un político cuya identidad es un verdadero misterio. Habló de los tiempos de Ruiz Cortines, cuando el se encargó de validar esa imagen, al elegir como su sucesor al que se consideraban menos probable precisamente a López Mateos. Ruiz Cortines engañó a todos haciendo creer que su elección favorecería su Secretario de Agricultura, Gilberto Flores ( a quien apodaba afectuosamente Pollo) quien ya se sentía en la silla presidencial, cuando le reclamó hacerle creer que el era el elegido, le contestó el propio presidente: perdimos Pollo, nos chingaron. La socarronería de Ruiz Cortines con sus cercanos, fue el tenor de este proceso de engaños y fintas conocido como “tapadismo”.
La aspiración de los primeros mandatarios de dejar a su sucesor, no ha terminado, sin embargo el último que lo logró fue Miguel de la Madrid, en la persona de Salinas de Gortari. No tengo duda que López Obrador, si quisiera; pudiera elegir a su sucesor (a), y de inmediato generaría “la cargada” a favor del próximo mandatario (a). Sin embargo no me parece que AMLO, sea una persona tan simplista y elemental cuya aspiración final; sea tan solo dejar a un sucesor (a), que le dé la posibilidad de ejercer un nuevo maximato, tampoco lo veo con una intención perversa de cerrar el camino para alguien que pueda superar sus logros y opacar su legado en la historia. Es innegable que desde la visión de la política tradicional, se pudiera pensar que las señales apuntan a Claudia, pero lo que se interpreta como preferencia, puede ser tan solo una defensa de su accidentada actividad como Jefa de Gobierno, Marcelo o Adan no requieren ser defendidos por el presidente.
La narración de #AMLO que Cárdenas cometió un error al nombrar como sucesor a Ávila Camacho y no a Francisco J. Múgica, de izquierda ortodoxa, se interpretó como un espaldarazo a Claudia por su afinidad con este personaje, pero luego dijo: se trata de continuidad con cambio, lo que se ve como una clara referencia a Marcelo. Ante la opinión, casi generalizada que el presidente decidirá quién será su sucesor, se da el lujo en la mañanera de afirmar una cosa y al otro día decir lo contrario lo que ocasiona que un día marque la agenda y el otro también. Además con la oposición totalmente enganchada, la que nunca entendió que veneno que no mata fortalece. La frase del tango “Mano a Mano” describe perfectamente la relación del presidente con la oposición, “Como juega el gato maula con el mísero ratón”.
AMLO coincide con el “humanismo social” de Jesús Reyes Heroles, Al que rebautizó como “humanismo mexicano” ¿porque no coincidiría con su máxima? “primero es el plan y después el hombre”
