Tras una temporada vacacional decembrina, en la que hasta los políticos se guardaron para arrancar el nuevo año con todo, en especial aquellos y aquellas que tienen aspiraciones de representarnos en la próxima legislatura federal tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, bien vale la pena recordarles -independientemente de quienes salgan triunfadores en las urnas- la enorme asignatura pendiente que tienen para con los duranguenses y que data de muchos años atrás y es el que Durango ya pueda contar con un presupuesto acorde a su riqueza y a lo que le aporta al país en materia de minería, ganadería y en materia forestal, las cuales, todo México sabe que tiene esta tierra, pero no se ven reflejados en más recursos para nuestra entidad, misma que solo recibe porcentualmente año con año, casi casi lo mismo que representamos del padrón electoral nacional, lo que no es una casualidad.
Es por lo anterior que aquellos y aquellas que se postulen para una curul federal, deban tener en cuenta que una vez llegados a San Lázaro, deberán alzar la voz con total energía, para que esta entidad finalmente sea escuchada por el gobierno federal en turno, pues van y vienen las administraciones de ese nivel, ya sean priistas, panistas y hasta morenistas y a Durango, lo siguen midiendo exactamente de la misma manera, es decir, dándole apenas incrementos poco representativos que en definitiva, las autoridades estatales y municipales en turno, difícilmente podrán traducir en obra pública o inversiones que cambien la realidad del estado, mismo que sigue con una dependencia muy alta del Presupuesto de Egresos de la Federación a pesar de la explotación de sus riquezas tanto naturales, forestales y hasta mineras.
Por si fuera poco, la mayoría fuimos testigos de cómo nuestros legisladores federales actuales en lugar de unirse -independientemente del color del partido que los postuló- para pedir recursos extraordinarios que pudieran atender los estragos que dejó la sequía del año anterior, decidieron cada uno ver por su propios intereses -salvo honrosas excepciones- y dejaron pasar de lado esa importante propuesta que en definitiva no es menor para nuestra entidad, tomando en cuenta el grave daño que sufrió el campo, la ganadería y los alarmantes índices de almacenamiento que presentan las distintas presas, mismas que están muy por debajo de la media histórica y la preocupación por parte de autoridades locales, ganaderos y agricultores no es menor, pues el preludio ante la falta de apoyos extraordinarios, está por venir.
Por lo anterior, bien vale la pena que aquellos hombres y mujeres que vayan y pidan el voto de los duranguenses en las próximas elecciones, entiendan lo que se necesita hacer desde ambas cámaras, para de una vez por todas, hacer la diferencia, pues de los que están, muy pocos se salvan como para levantar la mano para una reelección, pues en su mayoría, poco o nada de supo de ellos y ellas, aún y cuando prometieron defender en San Lázaro hasta con “su vida” los intereses de Durango, sin embargo, terminaron haciendo -salvo honrosas excepciones- los mismo que sus antecesores, es decir, viendo por sus propios intereses, lo que les hace totalmente impresentables para levantar la mano una vez para esa posición política.
En una próxima edición analizaremos quienes son esos impresentables…