Una vez concluido el período vacacional de Semana Santa, en donde el gobierno de Toño Ochoa insertó el Festival Ricardo Castro, como un atractivo adicional de la ciudad en esas importantes fechas, ya se puede analizar el impacto que tuvo este evento con datos medibles, pues por principio de cuentas, se puede establecer una derrama económica del orden de los 230 millones de pesos, en cuanto a la ocupación hotelera y el consumo que dejaron miles de visitantes tanto nacionales como extranjeros, estos últimos, quizá impulsados de manera adicional, por el fenómeno astronómico que fue el eclipse total de sol y en donde la capital del estado, tuvo uno de los mejores avistamientos del país, por lo que aprovecharon de igual forma para presenciar los últimos eventos organizados con el festival que fueron de los más nutridos.
De acuerdo a los datos oficiales, a la ciudad de Durango vinieron visitantes de la Ciudad de México, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Sinaloa, Colima, Nayarit, Aguascalientes, Sal Luis Potosí, Jalisco y Baja California; aunque de igual manera, se vieron a ciudadanos procedentes de Estados Unidos, Japón, Francia, Inglaterra, Polonia, Argentina, Alemania, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Rusia y Brasil, lo que habla de la importancia que fue ese período vacacional para la capital del estado, la cual pudo explotar su potencial turístico en los principales puntos y hasta ahora, tanto prestadores de servicios como autoridades, estuvieron a la altura según los datos recabados.
En total fueron 135 mil los asistentes las dos semanas que duró ese periodo vacacional al Festival Ricardo Castro, teniendo como los eventos masivos más importantes, la apertura del festival con la presentación de Pedro Fernández; el segundo evento fue la Banda El Recodo con más de 20 mil personas quienes estuvieron coreando sus principales éxitos e incluso; se estableció un récord con la actuación de Caballo Dorado, en el que más de 15 mil personas bailaron el Payaso de Rodeo, lo que fue uno de los momentos más importantes de todo el festival y dejando un precedente muy importante para los años venideros.
Más allá de que siempre habrá detractores que criticarán todo lo que la autoridad haga para traer esparcimiento a la ciudad, los primeros en reconocer ese esfuerzos son: los hoteleros, los restauranteros, comerciantes, gasolineros, concesionarios de transporte público y plataformas y; puntos tan tradicionales como los locatarios del mercado Gómez Palacio, quienes pueden dar fe de la derrama económica que se generó con ese festival, el cual como ya se ha comentado, llegó para quedarse y que al menos en la gestión de José Antonio Ochoa, ha dejado un precedente muy importante y difícil de emular, por todo lo antes expuesto.