Este mes, el mes patrio, y en el contexto de la Reforma al Poder Judicial, creo que hay que destacar las posturas que se han ido dando a nivel nacional, ya que ha sido muy notorio que, dependiendo del contexto político que se apoye, unos pueden parecer “patriotas” y otros “traidores a la patria”, términos desvirtuados por aquellos que creen que son portadores de la verdad absoluta.
En estos días vimos a los legisladores federales del PRI y del PAN jugando un triste papel, tomando tribunas, gritando desmedidamente, reclamando su lugar como minoría y agrediendo verbalmente a la mayoría de la 4T, donde nuestra ilustre Senadora Gina Campuzano se hizo nota nacional (pueden ver los detalles en redes sociales), pero además, ya salió el peine, porque se evidenció que los trabajadores del Poder Judicial fueron una minoría entre la turba que atacó, destrozó y saqueó el Senado, y el mayor número vino de los “juniors” del blanquiazul y sus grupos de choque, que salieron a algunos medios a presumir que ellos fueron “los patriotas que defendieron la voz del pueblo”.
Obviamente, en aras de hacerse los héroes, PRI y PAN no mencionan o no quieren recordar cuando, siendo mayoría, aprobaron las reformas energética y educativa entre risas, felicitaciones mutuas y un bono de más de cien mil pesos en 2013, y ahora la mayoría de la población mexicana votó por Morena y sus aliados con pleno conocimiento de que buscaban esta reforma constitucional, para frenar los excesos de ministros, jueces y magistrados, y para castigar esos “sabadazos” cuando estos mismos funcionarios judiciales liberaron a secuestradores, asesinos y personajes como Emilio Lozoya, ex director de Pemex, el exprocurador Jesús Murillo Karam y 8 militares involucrados en el caso Ayotzinapa, y al exgobernador de Puebla Mario Marín, quien encarceló a Lidia Cacho por evidenciar una red de pederastas; y los jueces hicieron esas liberaciones justo en esos días para que “pasaran desapercibidos”.
Ahora, con esa evidencia, los legisladores federales y locales de oposición que cambiaron su postura a favor de la reforma judicial serán traidores para unos, héroes para otros, pero no hicieron sino dar el voto que la gente quería, porque lo que se busca es frenar esa corrupción y el derroche de recursos públicos.
A la vista de los prianistas, los cuatroteistas y quienes votaron a favor la reforma judicial son traidores, y ellos son los patriotas cuyos destrozos, insultos, amenazas y agresiones están justificadas, porque “son los buenos”, o eso nos dicen ante los medios, de los que algunos justifican todo lo ocurrido y cuestionan tendenciosamente a Morena por “estrenar su aplanadora legislativa de esta manera, destruyendo el Poder Judicial”, cuando lo que se entiende es que la mayoría de los mexicanos avalaron esto al votar por ellos y el “Plan C”.
Pero seamos objetivos, no hay buenos y no hay malos, sólo lados, y la gente reniega o aplaude según el lado en el que esté y está ahí por sus propios intereses, pero hay que decirlo, la reforma judicial era necesaria y el PAN lo admitió en voz de algunos de sus emisarios en los medios, por ello, presentaron su propia iniciativa, al igual que la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, quien dijo que sí se debe reformar pero no destruirlo por completo, lo malo es que lo admitieron y enviaron sus propuestas ya muy tarde, y el pueblo de México ha hablado con un aplastante respaldo a la Cuarta Transformación, su candidata a la Presidencia, sus legisladores y su “Plan C”, el cual no es perfecto y desde siempre he dicho que la elección popular de jueces y magistrados no es la mejor opción, pero ya está hecho y de ahí se parte, ya después se irá corrigiendo lo que se deba corregir y en tres años volveremos a votar por diputados federales, ahí veremos qué tan satisfecha está la gente.