Ante la posibilidad de la desaparición de los órganos autónomos, dado que ya se aprobó en comisiones de la Cámara Baja del Congreso de la Unión, como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), se ha comenzado a manejar la versión de que en Durango podría ocurrir lo mismo con el IDAIP, algo que pudiera sonar como lógico dado que al existir una reforma a nivel nacional se tendrían que armonizar las leyes en las entidades federativas; pero todo podría depender de dos situaciones, que la próxima Presidenta de México acepte seguir con este proceso de desaparición, y lo que los congresos estatales puedan debatir para buscar “salvar” estos institutos a lo largo del territorio nacional.
Me parece algo viable que sea la propia Claudia Sheinbaum Pardo quien pueda frenar el dictamen aprobado por la comisión de puntos constitucionales en San Lázaro, pues creo que no ha sido una prioridad en su agenda como lo ha sido la reforma al Poder Judicial. La próxima Presidenta habrá de definir hasta dónde se podrá llegar con esta propuesta, porque creo que ella sí podría respetar estos órganos autónomos como el INAI, ya que el principal argumento que se manejó desde Palacio Nacional de que habrá un ahorro, esto se cayó de inmediato a demostrar que no es así, por lo que quedó en evidencia que López Obrador está “peleado” con la transparencia y la rendición de cuentas.
No es posible que el ente encargado de que el ejercicio de los recursos sea mediante la transparencia, sea el propio gobierno, como lo desea el “inquilino” de Palacio, pues esto no puede recaer en la Secretaría de la Función Pública, es decir, quien asigna y ejecuta el dinero es el mismo que dirá si es transparente o no. Es hasta ilógico.
IDAIP.
En el caso del Instituto Duranguense de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales, la situación podría analizarse de forma independiente a lo que ocurre a nivel nacional, pues tal como lo argumenta el diputado Alejandro Mojica Narvaez, al ser Durango una entidad autónoma no necesariamente tendría que ocurrir lo mismo aquí a como sucede en el país con el INAI. Además, es un derecho humano que está estipulado en Artículo 1º de la Constitución Política de nuestra nación, y uno de los derechos que tenemos todos los ciudadanos que aquí vivimos es el saber el destino de los recursos, cómo se gastan, a quién se le asigna, entre otros cuestionamientos. La transparencia no debe ser un capricho político o de interpretación, es una herramienta de los mexicanos.
Postura.
Me ha parecido muy atinada la postura que asumió la comisionada presidenta del IDAIP, Paulina Compeán, quien de cierta manera criticó el actuar de los comisionados a nivel nacional ya que para la defensa de estas instituciones no solo son válidos los argumentos vertidos en los medios de comunicación, sino también en el terreno legal tendrían que hacer valer ese derecho humano que tenemos los mexicanos de conocer el actuar de las autoridades, mediante órganos que no dependan de los gobiernos. Es decir, ojalá que esta tónica pueda plasmarse si este asunto llegara al Congreso del Estado, y tratar de hacer conciencia de que la transparencia no es una moda ni una política pública, es el elemento central en el control de quienes toman las decisiones.
Responsabilidad.
Creo que existe una enorme responsabilidad por parte de los legisladores federales en este momento respecto a los órganos autónomos, pues es preciso recalcar que quienes hoy tienen la mayoría, mañana podría ser a la inversa y seguro estarán pugnando porque exista la transparencia. Hoy tienen en sus manos la decisión histórica de sentar un precedente que ponga a México como un ejemplo en esta materia, y ojalá no lo hagan tan solo por una instrucción desde Palacio Nacional, independientemente de quién esté al frente.