En noviembre del 2016, en plena campaña presidencial Donald Trump cogió en brazos a un niño negro para besarlo, demostrando así lo multirracial, tierno y paternal que es. Y el mismo día, a Híllary Clinton le cayó una lluvia de rosas cuando salía al escenario… muy natural todo. Lo anterior es entendible, ambos andaban en campaña y como los asesores de las campañas políticas no dan puntada sin hilo, seguro que tienen estudiado que estas acciones falsas pueden influir en el electorado. Hace algunos días, durante la sesión del Congreso del Estado de Durango, la diputada Susy Torrecillas Salazar, propuso una iniciativa que, según ella, busca sentar las bases jurídicas para impulsar el desarrollo de la zona metropolitana de La Laguna. Según ella, su resplandeciente propuesta se centra en coordinar las acciones de los gobiernos estatales de Durango y Coahuila, así como de los municipios que integran esta región. Palabras más palabras menos, la diputada, Susy Torrecillas, cree que esta iniciativa no solo busca mejorar la gestión de recursos, sino que también generará más oportunidades de empleo, emprendimiento y calidad de vida para los habitantes de la zona. Que tal semejante ocurrencia cuando no estamos en tiempos de campaña, pero como todos los políticos carentes de iniciativas propias, la diputada pretende inventar el hilo negro y descubrir el agua tibia. Los municipios que conforman la llamada región lagunera, tanto los ubicados en Coahuila como en Durango, se distinguen además de ser ejemplo de la cultura y el esfuerzo en el semidesierto, es que en ese territorio existe una ciudadanía y una sociedad civil capaz y propositiva. En contraparte, existe un significativo número de funcionarias y funcionarios públicos y representantes populares que lastimosamente pretenden descubrir (y mal) el hilo negro, teniendo muy interiorizada la cultura de la simulación de la que difícilmente se dan cuenta. Inventar el agua tibia o descubrir el hilo negro son frases o dichos que comúnmente utilizamos para dejar en evidencia que, la mayoría de nuestras brillantes ideas ya fueron inventadas, descubiertas o creadas. Inventar el hilo negro o lo que es lo mismo la falta de ideas, es como proponer ir a vender refrigeradores al polo norte o abrigos en Acapulco. La diputada no necesita ir muy lejos, incluso lo puede hacerlo hasta caminando y solicitar una reunión con la señora Leticia Herrera Ale, presidenta municipal de Gómez Palacio, para que le explique cómo los empresarios visionarios y con profundo amor al terruño, con trabajo, dedicación y esfuerzo le cambian el rostro al entorno donde viven, esto sin necesidad de iniciativas o leyes estériles. La diputada Torrecillas debe poner los pies en el suelo, no es momento de estar descubriendo el hilo negro, este ya está descubierto, no es tiempo de andar inventando o declarando frivolidades y ocurrencias, como para que, si estas no impactan ni se van a concretar. En todo caso que la diputada por el municipio de Lerdo proponga que se le retire el nombre de José Rosas Aispuro a una calle y se le regrese el de Santos Valdez, me atrevo a pensar que, si lo hace, sus representados se le van aplaudir y a reconocer más que la hueca propuesta de sentar las bases jurídicas para impulsar el desarrollo de la zona metropolitana de La Laguna, ahora que si insiste en inventar el hilo negro, pues que se asesore con los que saben y busque a la señora Leticia Herrera, para que se dé cuenta que muchísimo antes de sus brillante iniciativa, el municipio de Gómez Palacio ha alcanzado el desarrollo y la prosperidad cada vez que la familia Herrera lo gobierna.
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