El Secretario de Seguridad Pública del Gobierno Federal, Omar García Harfuch llegó la semana pasada a Culiacán, Sinaloa, con la finalidad de establecerse de manera inferinida; sus dos objetivos principales, capturar a generadores de violencia en la zona y detener a todos los y las operadoras financieras de los cárteles del crimen organizado.
La primera acción del Secretario fue la captura de cinco presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa, entre ellos Horacio Félix Loaiza, hermano de Omar, “El Pelón”, operador financiero de “Los Chapitos”, todo parece indicar que la estrategia se divide en tres fases, realizar un diagnóstico de la violencia; realizar capturas rápidos e inmediatamente sacar a las y los detenidos de la zona; y dar una paz a corto plazo a los habitantes de Culiacán.
Antes de su llegada a Culiacán, García Harfuch, fue el cerebro detrás de la Operación Emjambre, lo cual resultó en el arresto de más de 24 personas, entre funcionarios públicos, policías y otros elementos que realizaban secuestros, homicidios y extorsión es, este es el sello del Secretario, armar carpetas de investigación y obtener de inmediato ordenes de agresión con archivos robustos y fundamentados para asegurar por lo menos la prisión preventiva.
García Harfuch tiene la encomienda de dar resultados rápidos, hacer sus indagaciones y después operar desde el mismo Culiacán para evitar el que le puedan “estorbar” alguna autoridad.
El nuevo residente incómodo de Culiacán ha sido y es el brazo operador de la actual Presidenta, tiene todo el respaldo y apoyo de la Federación, al igual que de las fuerzas militares, su llegada a Culiacán se debe interpretar como un movimiento de ajedrez en contra de la violencia en Sinaloa, que hasta el momento no ha accionando como él quisiera.