A pesar de que el diputado y coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, aseguró que se “pausó” la iniciativa que contiene las reformas al INFONAVIT, ello no implica que la discusión haya quedado cancelada, pues se supone que se va a escuchar a los involucrados para, según él, tomar la mejor decisión. Pero me parece que todo es parte de un plan solo para retrasar lo que sería un duro golpe al fondo de vivienda de los trabajadores, pues la bolsa acumulada hasta hoy es superior a los 2.4 billones de pesos, una gran tentación para el Gobierno Federal y el partido en el poder.
De concretarse lo que se ha manejado en cuanto al monto, se supone que la idea es tener recurso para la construcción de un millón de viviendas para los trabajadores, mediante esta gran constructora que también se ha anunciado, misma que sería la encargada de desarrollar este tipo de construcciones de interés social. Pero nada garantiza que así será, mucho menos que habrá transparencia en el destino de este dinero que por años los trabajadores han ido acumulando para obtener un patrimonio; es una “apuesta” muy arriesgada, pues todo indica que se buscaría “jinetear” ese dinero, y las experiencias no son gratas cuando ello ocurre.
Transparencia.
Es precisamente aquí cuando los mexicanos vamos a extrañar a organismos como el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI), pues quizá la ruta está muy clara desde el partido en el poder, pues al no existir quién pueda pedir cuentas claras, podrían hacer uso de un dinero que no les pertenece. Con las reformas aprobadas por el Congreso de la Unión y por el Constituyente Permanente, las áreas responsables de la transparencia ahora serán la Secretaría de la Función Pública y las secretarías de la contraloría en las entidades, es decir, el mismo gobierno deberá vigilar el uso de esos recursos; ¿será que la Federación se vaya a exponer a proporcionar datos de a dónde irán a parar esos 2.4 billones de pesos?, yo creo que no.
Director.
Otro elemento que sí puede poner a pensar que ese dinero no tendría un buen destino, es en relación a los antecedentes que el actual director del INFONAVIT tiene, el agrónomo Octavio Romero Oropeza, quien cabe recordar fue el director de Petróleos Mexicanos durante el sexenio de López Obrador, dejando un endeudamiento de la paraestatal hasta finales del mes de octubre de este año, por el orden superior a los 19 mil 700 millones de dólares. Es claro que como administrador no tiene sus mejores “cartas de recomendación”, por lo que la lógica indicaría que si prácticamente “sepultó” ya una empresa con las características de PEMEX, existe un 99 por ciento de posibilidades que haga lo mismo con este instituto de vivienda a nivel nacional. Y no hace falta se “adivinos”
Déficit.
Es importante dejar en claro que en México sí existe un déficit de vivienda para los trabajadores, hay mucha demanda y pocos inmuebles de interés social que alcancen a completar los mexicanos que cuentan con este derecho, pues el valor de un gran número de casas supera lo que podrían completar los trabajadores; sí se necesita vivienda digna a un menor costo, y desde luego que la construcción de un millón de éstas podrían ayudar en algo para cubrir esa demanda, en eso estamos de acuerdo, pero no se debe permitir que lo que hay en “caja” sea tocado, porque el gobierno no tiene por qué poner en riesgo un solo peso de lo que hay ahí. Así de simple.
“Aplanadora”
Parece que la “aplanadora” legislativa que representa Morena ya se frota las manos para poderle meter mano a esos fondos, por lo que solo queda apelar al buen criterio y juicio de la Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, para que esto no proceda, y sean los encargados del área económica los responsables de buscar esas alternativas viables, sin afectar a los trabajadores de México.