Hoy un hombre por poderoso que sea no puede gobernar un mundo cuya característica principal es la globalización. Si bien, Estados Unidos podría ser el país más poderoso del mundo, eso no significa que el continente americano le pertenezca. El reciente incidente del gobierno de Trump con el presidente Gustavo Petro de Colombia, por el tema de los migrantes, es una victoria diplomática del país sudamericano ya que Trump no pudo poner el 20% de aranceles en los productos colombianos.
Da la impresión de que Donald Trump padece una especie de síndrome en contra de nuestro país. ¿Tendría razón Porfirio Díaz cuando dijo la frase: “pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”? No sería malo recordar, que Canadá es frontera al norte de ese país, normalmente los canadienses han recibido un trato diferente. Sin embargo, el gobierno de Canadá pronto podría ser puesto a prueba por el T-MEC y las políticas arancelarias del gobierno de Trump.
Si partimos de la premisa el que avisa no engaña, entonces, que Dios nos agarre confesados si Donald Trump, cumple sus amenazas en materia económica en contra de nuestro país. Pero más allá de eso, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, debe estar pensando en la respuesta principalmente ante el anuncio de gravar las exportaciones a ese país. El argumento de Trump es que no impondrá dichos aranceles si México termina con los cárteles de la droga y el flujo migratorio a Estados Unidos.
En primer lugar, el problema de terminar con los carteles de la droga no solo depende de la voluntad del gobierno mexicano. Segundo, todos sabemos que el tráfico de las drogas del tipo que sean se reduce a un asunto muy simple: El consumo de las mismas es el mercado que representan millones de consumidores en Estados Unidos. Tercero, hay ganancias de miles de millones de dólares por el mercado de ese país. Ya se empieza a decir, que el problema del consumo de drogas es más bien económico. Se asegura que el dinero por el comercio de las drogas vía lavado de dinero que regresa a los países donde hay cárteles de la droga, si esos miles de millones se quedarán en Estados Unidos, otra cosa sería.
En un mundo globalizado las amenazas, fobias y chantajes como los de Trump, ya no son posibles. La vía de acuerdos comerciales justos para las naciones involucradas, son la mejor vía. Estados Unidos debe tomar en cuenta, que el gobierno de México tiene el derecho de defenderse y puede hacerlo, mayormente porque es uno de los principales socios comerciales de ellos. Pretextos para amenazar le sobran a Donald Trump, lo que le hace falta es tener la razón y el derecho sobre otros países cuando pretende ponerlos de rodillas.