Este miércoles en punto de las 00:01 iniciaron las campañas electorales en el municipio de Durango. Hay seis personajes que buscan quedarse con el poder, dos ya conocidos que han ejercido como alcaldes, uno que entro al quite por el que siempre ha querido ser, pero no pudo por sus líos y controversias y tres más, que buscan al menos no quedar en el último lugar.
Pero, ¿en qué abonan realmente las campañas políticas al voto?
Lo bueno
Es la oportunidad de conocer a los candidatos, sus propuestas, el partido que representan o si son independientes y, sobre todo, lo que han hecho por Durango. Todo esto ayuda a que tu como votante puedas decidir si son adecuados para dirigir el municipio.
Durante la campaña, los candidatos pueden utilizar los recursos que se les otorgan para acercarse más a la población especialmente en zonas en las que no son tan conocidos. Lo más importante es dar a conocer sus propuestas y planes de trabajo, explicar cómo los llevarán a cabo y todo lo que implica ser presidente municipal.
Hasta aquí todo bien; conocer a los candidatos es clave para elegir quién te representará, y, sobre todo, para evaluar cuáles propuestas le convienen más a Durango.
Lo malo.
El chapulineo, los partidos patitos, y los candidatos reciclados, mismos, pero con diferente color y que nada más no convencen; también los partidos nuevos que, si no la arman, desaparecen, dejando tras de sí más gasto inútil.
Esto sólo provoca desconfianza en quienes buscan quedarse con la Alcaldía; Por ejemplo, ahí tenemos personajes como José Ramón Enríquez, que ha pasado por el PRI, PAN, PRD, MC y por último MORENA. ¿Qué mensaje deja esto a la ciudadanía? Que su única motivación es el poder. Ya fue presidente municipal una vez, luego perdió, intentó ser gobernador y tampoco pudo. Ahora quiere regresar como alcalde. ¿No cansa? O, ¿será que el “hueso” es tan jugoso que no lo suelta?
También está “El Termi” que va solo porque no ha logrado consolidarse ni como aliado ni como funcionario del municipio de Durango, muchas veces ha intentado, pero ha logrado hacerse de un cargo público relevante en la política ni en los gobiernos.
O Pancho Franco, que llegó a “salvar” el acabose de su partido Movimiento Ciudadano ya que Martín Vivanco no logró agenciarse el puesto y seguramente hizo el berrinche de su vida. Pancho llega como el salvador del partido, pero con muy pocas probabilidades de ganar o al menos, eso es lo que sea visto y se ha escuchado.
Y no olvidemos a los que salieron debajo de las piedras, personajes desconocidos de partidos que sólo reviven o nacen en tiempos electorales, que claramente no hacen campaña, no presentan propuestas y muchas de las veces lo que se les otorga para sus campañas mejor se lo embolsan.
También esta Toño Ochoa que, hasta hace unos días era el presidente municipal. No ha hecho un mal trabajo, y como dice el dicho, “más vale malo conocido que bueno por conocer”. Aun así, no hubiese estado mal ver un nuevo perfil.
El gran problema es el dinero que se derrocha en las campañas políticas: millones que bien podrían usarse en tapar baches, reparar calles, mejorar semáforos y señalizaciones, equipar escuelas con baños dignos, agua, energía eléctrica o internet. Pero no, el recurso va directo a las “gloriosas campañas políticas”.
Lo peor.
Ya se les asignó dinero a los partidos para sus campañas, ahora los ciudadanos de este y todos los municipios del estado de Durango, tendrán que chutarse la musiquita por las calles, los eventos innecesarios y todo el circo electoral.
Se avecina el caos vial por sus “magnos eventos” organizados sin preguntar si en la zona viven adultos mayores, recién nacidos o personas con autismo, quienes pueden ser intolerantes al ruido. Y sí, cada evento generará contaminación auditiva.
Pero no solo eso también habrá, toneladas de basura por volantes, estructuras de escenarios, pendones y demás estorbando la vía pública. Y aunque muchos buscan la Alcaldía, esperemos que también limpien después de sus actos dejando por lo menos como encontraron.
Por eso, invitamos a todos los candidatos a ser conscientes, que sus eventos se realicen en horarios que no perjudiquen a quienes trabajan, que no cierren calles principales del municipio, que sus actos sean breves y en espacios abiertos, para no afectar los hogares. La gente quiere conocer sus propuestas, pero por favor, hagan campañas con conciencia y que contribuyan a la tranquilidad del municipio.
Sin contar que en lo peor podría hacer las llamadas de las encuestadora sobre por quien votaras. Y bueno, no se ve un cambio o evolución en la política local porque simplemente siguen siendo los mismos con otros colores.