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LA “BOMBA” QUE SE VIENE EN LA UNIVERSIDAD JUÁREZ…

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Solo es cuestión de días, para que se llegue uno de los tiempos más complejos en la Universidad Juárez del Estado de Durango en el tema administrativo, pues a partir del 15 de abril de este año, justo en la semana mayor, los trabajadores de la máxima casa de estudios tanto académicos como administrativos, ya sufrirán, finalmente, el descuento total del Impuesto Sobre la Renta, algo que no se hizo durante décadas, pues se estilaba que fuera la parte patronal, la qué subsidiara dicho impuesto hasta en un 50%, con el objetivo de llevar una relación cordial con esa base trabajadora, sin embargo, hoy en día que la realidad financiera de la UJED, es cada vez más compleja, dicha situación se torna insostenible, al grado de que la institución educativa, ya no puede absorber dicho porcentaje de ninguna manera y al parecer, esa decisión ya se la comunicaron a la parte laboral.
Fue la propia directora de Educación Superior, Carmén Rodríguez Armenta, la que les hizo saber a los directivos qué, la Universidad Juárez del Estado de Durango es la segunda institución superior de carácter público, más cara de todo el país y que, significa un costo por alumno del orden de los 75 mil pesos, pues de los 550 millones de pesos que esa universidad eroga año con año, aproximadamente el 41 por ciento, se va en subsidios, lo que resulta inadmisible, pues el 30% también se va en prestaciones no reconocidas, también está el tema de la jubilación dinámica que le permite a una buena parte del aparato docente, jubilarse con la totalidad de su sueldo, siempre y cuando, hayan ingresado antes del 2001 a la institución, alcanzando algunos hasta 80 mil pesos mensuales solo por ese concepto.
Se debe precisar que el déficit proyectado para este año en la máxima casa de estudios es del orden de los 305 millones de pesos, por lo que ya el gobierno federal le ha informado a los altos directivos de la UJED que deberán eliminar prestaciones como: la jubilación dinámica, prestaciones no reconocidas y que; tanto trabajadores administrativos como académicos, empiecen a pagar en su totalidad, el ISR, lo que quizá explique el por que hace unos días hubo manifestaciones de brazos caídos en algunas unidades académicas aún y cuando el descuento, aún no les es aplicado, lo que no hay que ser un genio para saber que dichas molestias irán subiendo de tono y lo más seguro, es que terminen haciendo eco en la mismísima rectoría, como es costumbre.
Lo paradójico del tema, es que el rector Rubén Solís, es simpatizante de la 4T y es justamente ese nivel de gobierno, el que le está exigiendo a la UJED que termine con esos privilegios con los trabajadores académicos y administrativos, los cuales, se darán cuenta de los descuentos cuando estén en plenas vacaciones de Semana Santa, lo que será un trago amargo de digerir, pues no es ningún secreto, la obesidad que representa para esta Universidad, el estar costeando o manteniendo el exceso de asesores y trabajadores de confianza en la misma rectoría o muy cerca de ella, algunos de los cuales, de forma extraoficial, estarían muy relacionados con el hoy secretario de educación y con un senador de la república, percibiendo ingresos del orden de los 40 mil pesos mensuales, la mayoría de ellos, sin justificación.

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