El jueves pasado, hizo su reaparición en los medios; el alcalde capitalino electo, Antonio Ochoa. Su afirmación: “No habrá cacería de brujas”, generó cierto resquemor, entre algunas personas que interpretaron estas declaraciones, como un salvo conducto anticipado, para cualquier funcionario saliente que se le pudiera relacionar con algún acto de corrupción; prácticamente un “borrón y cuenta nueva”. Esta opinión, pudiera surgir primordialmente de la desinformación, de quienes así opinaron, pero no se puede descartar en algunas personas, un dejo de mala intención
La “cacería de brujas”, es un término que surge del episodio histórico, que se dio entre el siglo XV y el siglo XVII que consistió en llevar a la hoguera, primordialmente a mujeres condenadas por la Santa inquisición por: hechicería, adivinación, brujería, etc. En la época moderna y dentro del entorno político, se interpreta como: no dejar vestigio de una administración anterior, más cuando surge de un partido o grupo antagónico ( que no es el caso) se trata de una persecución y hasta venganza por el solo hecho de pertenecer al grupo saliente. Entonces esta expresión nada tiene que ver con solapar impunidad o corruptelas.
Pero las expresiones de Toño Ochoa, también son contrarias al significado correcto de “cacería de brujas”. El alcalde electo ha dicho: donde tenga que haber cambios los habrá, hay gente talentosa que le puede aportar a Durango para su bienestar, además; agregó, estamos haciendo un análisis área por área dirección por dirección, no vamos a destrozar las cosas buenas que se han hecho, estas; serán maximizadas, serán potencializadas. Aseguró estar analizando qué perfiles lo acompañarán en el Ayuntamiento, se formará un dream team, un gran equipo de hombres y mujeres que entregarán todo por Durango. Además El mensaje a los trabajadores municipales fue afable, “En mi, van a tener un amigo un aliado pero sobretodo un compañero que va a generar mejores condiciones de trabajo”.
Toño Ochoa ha sido dirigente de su partido, coordinador de campañas exitosas, además de haber ganado en tres ocasiones como diputado local, sin embargo; para nadie es un secreto, que desde hace muchos años, una de sus mayores aspiraciones, es ser el alcalde de Durango, por lo que su compromiso no es solo con la sociedad, también a nivel personal; su objetivo es convertirse en uno de los mejores alcaldes de Durango.
Ayudará mucho a este propósito, la actuación de la actual Administración Municipal. Entre las acciones de Jorge Salum, se encuentra la re-negociación y pago total de luminarias, con un ahorro de 800 millones. La compra de maquinaria para pavimentación. Una obra hidráulica sin parangón, la cual se traduce en disminución de inundaciones y evitar el desperdicio de millones de litros de agua. Reducción de adeudos a proveedores y en general arriba del 70%. Todo esto se traduce, en un municipio con una economía muy sana, lo que ayudará a los buenos resultados de la próxima administración municipal.
Jorge Salum es un hombre sobrio, no afecto a la parafernalia, pero sobre todo muy honesto. Esto lo impregnó como sello en su administración. Pensar que Jorge, toleró o solapó corruptelas es inverosímil y pensar que le pedirá a Toño que las pase por alto es aún más inimaginable. Estoy cierto, que si Ochoa encuentra corruptelas, lo denunciará, y realizará lo conducente, y en este caso el más agradecido será Jorge, quien estoy seguro; si existiera corrupción el no lo sabe.
