Quizá, el mejor relevista en la historia del béisbol mexicano fue Aurelio López Ríos. Se inició en la Liga Mexicana con los Diablos Rojos del México y durante 10 temporadas fue la estrella del equipo. Es considerado el pitcher mexicano de mayor velocidad en la historia. Su consagración sucedió en 1984, siendo parte fundamental para que su equipo, los Tigres de Detroit conquistaran de la Serie Mundial. Cuando se retiró del béisbol, su fama, convicciones y deseo de servir a su comunidad, hizo que se convirtiera en Presidente Municipal de su tierra natal, Tecamachalco, Puebla de 1990 a 1993. Al famoso bola de humo le apodaban «El buitre de Tecamachalco». En Tecamachalco existe otro buitre, pero ese es de los que comen carroña y despide fétidos olores. Es deshonesto y manipulador hasta la médula y le ha hecho mucho daño a Durango. Este buitre se llama Ignacio Mier Velasco, se desempeña como coordinador de los legisladores de MORENA en la Cámara de diputados. Este buitre, de sus pistolas puso a su buitrecito hijo Ignacio Mier Bañuelos como alcalde en Tecamachalco, y a una hija de nombre Daniela Mier Bañuelos la hizo diputada local en Puebla por la vía plurinominal. Desde el 2018, el buitre de Tecamachalco se ha encargado de podrir a MORENA en Durango, quita y pone candidatos a su antojo, siendo la mayoría de ellos personajes con muy bajo perfil salidos de la nada que han perdido la mayoría de las elecciones, el caso más reciente es la soñadora candidata de cartón Marina Vitela. Se rumora que, a cambio de prestarse a esos arreglos, el buitre Mier Velasco, recibía jugosas recompensas. Ha sido tanta su influencia que le ordenó a los anteriores diputados locales de MORENA que metieran a la nómina del congreso y a la delegación de Bienestar, hasta a las muchachas que hacían el aseo. A Durango solo venía a imponer dirigentes, como el caso de Otniel García Navarro, que le rendía vergonzosa pleitesía. Con lo que no contaba el buitre de Tecamachalco, fue con la estrepitosa derrota de Vitela Rodríguez, fueron más de cien mil votos de diferencia en favor de Esteban Villegas. Hartos de tantas imposiciones y peor aún de fracaso tras fracaso, los diputados Marisol Carrillo, Ofelia Rentería, Bernabé Aguilar y Sandra Amaya, tuvieron la osadía de desconocer por improductivo e ignorante a un tal Cristian Jean Esparza, como coordinador del grupo parlamentario de MORENA. Desde Puebla, Ignacio Mier, le ordenó a Otniel García que desconociera tal acción, pero resulta que estos cuatro diputados le dieron la espalda. Una actitud digna de reconocer y aplaudir sin duda. Ojalá esta acción sea el inicio de la democratización de MORENA en Durango para que nunca más el Buitre de Tecamachalco meta las garras en Durango. Aurelio López era presidente municipal de Tecamachalco por segunda vez, cuando el 22 de septiembre de 1998, después de festejar su cumpleaños 44, vino el fatal accidente que le costó la vida. Su despedida en Tecamachalco fue impresionante, y hoy, a la entrada del municipio, hay una imagen con el busto de Aurelio, donde niños y jóvenes reconocen a su ídolo y sueñan con algún día llegar a ser como él. En Tecamachalco va de buitres a buitres, y a Durango nos mandaron al que trajo descomposición y putrefacción. Lástima, ahora que se vaya el buitre Mier Velasco, sus discípulos se quedarán huérfanos y no pasarán de zopilotes.
La pregunta seria que le han aportado esos diputados a Morena aparte de nada. Si creo que Nacho Mier tuvo errores de estrategia, pero lucho junto a la mitancia. Gil, la ELECCION DE ESTADO y la ausencia de una contrahegemonia electoral poo incapacidad política derrotaron a Morena. Y cada quien se hace cargo de su historia.