El presidente nacional de #MORENA; Mario Delgado, aseguró al inicio de la jornada electoral, que la elección será anulada, si se demuestra acarreo. Declaraciones tempraneras, resultado de las primeras acusaciones: “que ya se estaba realizando esta práctica”. Esto al referirse al proceso interno, que vivió el instituto político que dirige. En el que convocaron a las huestes morenistas a participar en la votación que se llevó a cabo, el sábado y domingo pasado. Con el objetivo de elegir consejeras y consejeros nacionales, correspondientes a los 300 distritos electorales en los que se divide el país.
Sin embargo, todo parece indicar que este primer señalamiento, no fue un caso aislado, y se trató de “la punta del iceberg”.Ya que cientos de denuncias, pulularon en las RRSS, principalmente en Twitter, donde se puede encontrar audios, videos y fotografías, en las que se documentan anomalías prácticamente en todo el territorio nacional. No fue extraño la compra de votos, la quema de urnas, conatos de violencia, y afiliaciones masivas de personas que ignoraban, hasta lo que estaban firmando. Esto dio como resultado que militantes y simpatizantes enojados, reventaran las asambleas o simplemente impidieran la votación.
Hasta hace muy poco tiempo, #MORENA tenia cerradas sus afiliaciones, por lo que es muy frecuente encontrar importantes liderazgos morenistas que no son militantes. Sin embargo las autoridades electorales, decidieron que quien debería tomar las decisiones en el partido guinda, deberían ser militantes, pero a falta de un padrón válido, abrieron la votación al público en general. Pero, para no contravenir la resolución de los magistrados electorales realizaron una “afiliación exprés”, cuyo único requisito era presentar su credencial de elector, para después de esto, poder votar por la persona que según los “dictado$ de $u conciencia” convenga más como consejero de #MORENA.
Es ingenuo pensar que cualquier persona con credencial de elector, hambre, y ganas de ganarse unos centavos, no acceda a subirse a un camión (como los que se vieron en las Moreras a dos cuadras de la plaza), para ir a votar por quien le indiquen, además de afiliarse, o por lo menos pre afiliarse, a un partido que ahora, podrá presumir de un amplio y renovado padrón de militantes. Por supuesto que el pucherazo, se realizó con anterioridad, por lo menos en nuestra entidad federativa, (aunque en las demás, no tendría porque ser diferente).
En nuestra entidad federativa, se registraron como aspirantes a congresistas nacionales, aproximadamente 1800 personas, siendo los encargados de realizar la primera criba, el “Comité Nacional de Elecciones”, ellos determinaron quien podía seguir participando y quien no. Sin embargo son muchas las inconformidades de una total opacidad, pues no se informó cuáles fueron los parámetros para realizar la selección, se ven incluidos algunos recién llegados, dejando fuera a otros que es del dominio público su trabajo a favor de López Obrador, como es el caso de Carlos Garza Salas. No faltan las voces que aseguran que se privilegió: intereses de grupo, nepotismo, amiguismo y más.
En teoría, la forma puede ser muy democrática, en la práctica, probablemente … un cochinero.
