El alcalde Jorge Salum del Palacio, rindió su último informe de gobierno. Hubo quienes le apostaban a un desastroso cierre en su administración, derivado de las circunstancias que envolvieron su mandato, el cual se vio literalmente atropellado por la pandemia, lo cierto, es que dejará una herencia marcada por los buenos manejos en las finanzas que le fueron confiadas. Sus más cercanos -y no pocos de los lejanos-, lo definen como un político honesto, no infalible ciertamente, pero sí honesto. El Ambiente Político y la historia se encargarán de juzgar el trabajo realizado por Salum, quien en el ocaso de su administración, mejoró sustancialmente su forma de comunicar, dejando evidencia de lo que hizo a lo largo de 3 años al frente del Gobierno Municipal capitalino.
Es inevitable hacer un comparativo entre la gestión de Jorge Salum y Marina Vitela, puesto que, mientras el panista, ha obtenido el respaldo blanquiazul en su inmensa mayoría, la morenista ha sido severamente cuestionada por sus correligionarios. Uno de ellos, ha sido Omar Castañeda, quien la acompañó en la sindicatura, se fue a ocupar una curul en San Lázaro, y luego de las dificultades para incorporarse de nueva cuenta al cargo de Síndico, decidió no continuar siendo “parte de la burla y corrupción al pueblo de Gómez Palacio”, ya que, aseguró, le daría puntual seguimiento a las denuncias interpuestas en contra de funcionarios afines a Vitela Rodríguez, por presuntos desvíos de recursos, presentadas ante la Fiscalía Anticorrupción, Auditoría Superior del Estado y en la Contraloría del Estado. En comparativa con Salum, en el caso de Marina Vitela, ni infalibilidad, ni mucho menos, honestidad.
Mientras que en Durango se atendieron cada una de las recomendaciones respecto a la alerta de género, con diversas acciones que van desde la instalación de botones de pánico en puntos neurálgicos de la ciudad, hasta la implementación de la aplicación “SOS Seguras”, ente otras, en Gómez Palacio, la violencia se ha recrudecido. La capital duranguense es una de las 13 ciudades, en las que los habitantes se sienten más seguros en la calle, de acuerdo con el Índice de Competitividad Urbana (ICU) 2021, ocupando el 3er lugar -de 25- a nivel nacional, entre las ciudades de 5 mil a un millón de habitantes, con mejor percepción de seguridad. Es inevitable el comparativo, dado que en Gómez Palacio, de acuerdo con la Mesa Ciudadana de Seguridad y Justicia, la delincuencia creció en los inicios de este año. Tan solo en el rubro de robo a casa-habitación, el incremento fue de un 200% en la ciudad Lagunera.
La administración de Jorge Salum, a través del Instituto Municipal de la Vivienda (INMUVI), que dirige el Ing. José Flores Hernández, logró recobrar el apoyo de la Congregación Mariana Trinitaria, beneficiando a miles de familias con material para construcción. En comparativa con la administración de Marina Vitela, no se logró tal cosa, por el contrario, pesa todavía el antecedente de corrupción, en el que está implicado Otniel García Navarro, quien junto con ella, han resentido el látigo del desprecio del morenismo que a gritos sigue exigiendo su expulsión del partido de la 4T, porque a Marina, así como a Salum, también la habrá de juzgar la historia, solo que ahora no tiene al morenismo que antes la defendía y hasta de ejemplo la ponía. Ni hablar, es inevitable el comparativo.
