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¿La cultura tiene dos caras?

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Uno de los intelectuales más temidos por quienes ejercían el poder fue sin duda Carlos Monsiváis. Ni premiándolo por sus crónicas y ensayos pudo el Estado mexicano evitar sus críticas, llenas de ironía, humor negro, sátira y sarcasmo. Carlos Monsiváis fue uno de los críticos más duros de los hombres del poder. Monsiváis definía a la cultura de la siguiente manera: tenemos una cultura nacional y otra nacionalista. La nacional estaba compuesta por artistas y creadores independientes de las políticas culturales del Estado. La nacionalista, llamada oficial, la integraban los artistas, escritores y los intelectuales al servicio del gobierno en turno. No piense usted que esto ha cambiado mucho. Aquí en Durango, desde hace mucho tiempo se ha repetido esa historia entre la cultura nacional y la nacionalista.

De la cultura nacional tenemos, por ejemplo, al grupo de teatro “Cuerda Floja” de José Ángel Favela y Ana Herrera, artistas libres que han tenido éxito en varias partes del mundo. El pintor José Luis Ramírez, cuya obra se ha expuesto en América Latina, Europa, Estados Unidos y Asia. Ramírez es un pintor representante de la cultura nacional, libre e independiente. En el cine, Christian Sida, otro duranguense que forma parte de la otra cara de la cultura, es decir, la que Monsiváis definía como nacional y libre del Estado. Y ya que hablamos de mujeres y de traiciones, Christian Sida es el director del Festival de Cine Latino en Vancouver, Canadá. Ha sido jurado en los más importantes festivales de cine que se presentan en el extranjero, y nos trae el Festival del Nuevo Cine Mexicano. Christian, que ya filmó su primera película, la que pronto veremos en Durango, ha sido el mejor organizador del festival de cine mexicano, cuando el ICED puso a Durango muy alto en este tipo de festivales. 

Erróneamente, se piensa que el nuevo cine mexicano son las películas de Eugenio Derbez o Kate del Castillo. Si hablamos del nuevo cine mexicano son otros los que lo hacen y han sido premiados en festivales como el de Cannes, Francia. Nos referimos por ejemplo al director de origen duranguense Amat Escalante. Hablar del nuevo cine mexicano es ver en las pantallas la selección de películas que hizo Christian Sida y son una garantía. El festival arranca el próximo 2 de noviembre con la película del director Arturo Ripstein “El Castillo de la Pureza”, la veremos en uno de los teatros más hermosos de la República, el Victoria.

En el CORE se exhibirá “Mamá” dirigida por Xun Sero, el jueves 3 de noviembre en el famoso Café Madrid se podrá ver, “Escocia no es un Banco” y en el CORE la película “El Nombre de Dios”, dirigida por Claudia Sainte-Luce.  Dos cosas destacan en este Festival del Nuevo Cine Mexicano: el domingo 6 de noviembre, en el Teatro Victoria, se presentará “Hecho en Durango” cortometrajes de realizadoras y realizadores duranguenses. Aunque usted no lo crea, la cereza del pastel estará en la sierra de Odam, en el municipio de Mezquital. Se estarán exhibiendo películas, talleres de cine en esa zona olvidada y marginada. Y para demostrar que a los indígenas no solo les llega la Coca Cola, serán parte importante de este festival.

Como al duranguense Cristian Sida le gustan las cosas en grande, vendrán, en el marco de este festival, Cecilia Fuentes, la hija de Carlos Fuentes, y Rita Macedo. Cecilia Fuentes presentará su libro “Mujer de Papel Sobre”, donde narra la historia del cine mexicano de los años 40’s a los 60’s. Por cierto, este Festival del Nuevo cine Mexicano se realiza gracias al Instituto Mexicano de Cinematografía. Como nos damos cuenta, la cultura tiene dos caras: la oficial y la que hacen los artistas independientes y libres. Y ellos no andan diciendo: “ya volvió la luz a Durango”.

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