Ciertamente, muchos sucesos relevantes se han dado las últimas semanas, desde la alerta y tragedias causadas por meningitis (donde no hay mucho que aportar en un análisis escrito), la batalla por la reforma electoral federal, la definición de la dirigencia en Durango de Acción Nacional y los primeros cien días de gobiernos municipales, hasta las investigaciones por el desfalco financiero que causó el aispuriato y que hoy mantiene en crisis permanente al gobierno estatal que encabeza Esteban Villegas, pero que ha salido a flote gracias al Presidente Andrés Manuel López Obrador, paradójicamente.
Comenzando con un balance de las movilizaciones que se han hecho por parte de la oposición y después del Presidente Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores, es notoria la diferencia en la magnitud de la convocatoria lograda, y si bien muchos alegan que hubo acarreo por parte del gobierno federal, lo cierto es que los gobiernos estatales y municipales del PRI y PAN hicieron lo propio a su alcance, pero sin el mismo eco, porque si algo hemos visto como un hecho es que la figura de AMLO sigue arrastrando, lo cual no conseguirá en esa misma medida quien quiera que pretenda ser su relevo en 2024, pero mientras tanto, y ya sea que se logre o no la reforma en el Congreso de la Unión, en las calles es un punto para el Ejecutivo Federal, y a nivel local, varios querrán endosarse ese logro, pero ninguno podrá, así de dispersos están los morenos en Durango.
Ya dentro del territorio durangueño, la competencia por la dirigencia del PAN se da entre varios actores, algunos con la fuerza de lo que lograron con el respaldo en su momento de la hoy muy obscura figura de José Aispuro Torres, como Gerardo Galáviz, quien además lanzó porras al exmandatario que dejó las arcas estatales no sólo vacías, sino endeudadas a más no poder, mientras que personajes con un peso y un buen sello marcado desde las estructuras municipales, como Bernardo Loera y Malena González, pelearán desde abajo contra los herederos del aispuriato, donde será cosa de ver si la militancia blanquiazul quiere remarcar o eliminar todo rastro del tamazuleño y su esposa y todo lo que huela a ellos.
Hablando del Aispuro y Elvira, me sorprende gratamente que se estén lanzando y cumpliendo órdenes de arresto a exfuncionarios de “el güero” que ayudaron a dejar a Durango en bancarrota, por lo que, según la lógica, es cuestión de tiempo para que la cadena de señalados lleven a las autoridades a tener los elementos suficientes para buscar y detener a la pareja más repudiada del estado, porque insisto, la desaparición y deuda de miles de millones de pesos, amerita que se les castigue con todo el peso de la ley, y yo nunca creí que fueran a buscar esto, así que punto para Esteban.
Ahora, al hacer cuentas de que ya pasaron por mucho la cuenta de lo que es un primer lapso para evaluar cómo pintan los gobiernos municipales, hay que destacar que Toño Ochoa y Lety Herrera han destacado, porque no sólo han podido salir a flote de las pésimas condiciones financieras en que se encuentra el estado, del que Aispuro y sus cómplices desaparecieron millones de pesos en participaciones federales para los ayuntamientos, sino que han logrado cuestiones sobresalientes.
En La Laguna, la alcaldesa de Gómez Palacio está recuperando infraestructura, inició una campaña de descuentos en pagos pendientes de los ciudadanos, ha donado íntegramente su sueldo y hasta ha atendido demandas específicas y urgentes, como puentes peatonales en zonas escolares.
Por su parte, Durango capital, el alcalde Toño Ochoa ha superado las expectativas y ha rebasado en los primeros cien días la pavimentación y repavimentación en puntos clave de la ciudad y en poblados rurales, superando los tres años de gobierno de Salum, lo que demuestra que para dar resultados sólo se requiere voluntad política; al mismo tiempo que también hizo su campaña de descuentos para deudores en pagos municipales y proyecta más logros para cuando llegue el Presupuesto de Egresos Federal 2023.
