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EL INICIO DE UN BUEN GOBIERNO MUNICIPAL

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Para contribuir al desarrollo social y humano de México, resulta imprescindible que los gobiernos municipales estén mejor preparados frente a los retos que representan los distintos cambios que se originan en el ámbito nacional e internacional y que impactan, de algún modo u otro, a la esfera local. El buen gobierno municipal se plantea estratégicamente el municipio del futuro, planteándose una visión integral del mismo. O sea, un buen gobierno municipal no administra el hoy, gobierna a través de políticas que piensa y decide, desde el hoy hacia el futuro. Su gestión logra impactos positivos en la vida de los ciudadanos, y en el espacio gobernado.  Un buen gobierno municipal es honesto y eficiente, planifica su futuro, y este plan preside y precede a la acción. Un buen gobierno municipal no improvisa, no da meras respuestas, por el contario, propone, escucha y en consecuencia decide. Mira más allá de lo urgente, planteándose políticas de medio y largo plazo. Justamente es la percepción que tenemos los ciudadanos del gobierno municipal de Antonio Ochoa, que en en tan solo cuatro meses de gobierno, ha conseguido penetrar en todos los sectores y segmentos de la sociedad que aprueban su forma y estilo de conducirse como alcalde de la capital del estado. Los municipios exitosos tienen buenos presidentes municipales, es decir, dinámicos, líderes, rodeados de colaboradores efectivos. El principal factor que explica el buen desempeño de las instituciones es el factor humano. El liderazgo carismático, la acción colectiva y la responsabilidad de la comunidad son los principales elementos explicativos del éxito. Hay muchos ejemplos que ilustran cómo los gobiernos municipales pueden funcionar adecuadamente y en todos verificamos que, normalmente, tras una buena administración municipal hay un “buen presidente municipal” rodeado de un buen equipo de colaboradores. Dos cualidades adicionales al buen presidente municipal son el sentido de lo público y la capacidad negociadora para obtener recursos y apoyos. A los duranguenses de la capital nos agrada saber y ver que Toño Ochoa no es de promesas incumplidas y tampoco le gustan los halagos y las lisonjas, en vez de ello se ha dedicado a promover la participación ciudadana, que es donde cobra alta relevancia la consideración por las personas. Aprender a gobernar con la participación de los ciudadanos es un reto para las autoridades municipales, porque históricamente, en la cultura política, la participación es formal, reducida a las elecciones, el informe anual y ocasiones similares. Siempre se habla de la participación como derecho de los ciudadanos y no como principio ético de los gobiernos. Muchas veces, en el ámbito municipal, la participación es concebida como poco eficiente y lenta. A cuatro meses de gobierno municipal, la participación ciudadana en el gobierno de Toño Ochoa ha sido un ejemplo de eficacia. Desde la llegada de Toño Ochoa a la alcaldía, Durango ha dejado de ser un laboratorio de innovación municipal, ya que, en mayor o menor medida, los anteriores presidentes municipales llegaban a inventar el hilo negro. El primero de septiembre pasado comenzó una nueva fase en la vida social, económica y política de nuestro municipio. Respetando la voluntad del pueblo, pero sobretodo, tomando en cuenta su opinión, en Durango estamos saboreando un auténtico gobierno ciudadano, con una nueva manera de gobernar, de inclusión, con honestidad y transparencia.                   

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