En la contienda interna dentro de Morena por lograr la candidatura a la Presidencia de la República, ha existido una propuesta que ha llamado la atención del medio político principalmente, y es en relación a la solicitud hecha por el canciller Marcelo Ebrard, respecto a que “las corcholatas” dejen sus encargos para estar en igualdad de condiciones, pues de manera natural los puestos podrían poner a algunos en ventaja, derivado de la movilidad que pudieran tener.
Ebrard Casaubón ha venido construyendo su aspiración al lado del Presidente López Obrador, pero que llegado el momento cada “corcholata” deberá mostrar, con hechos, la capacidad competitiva que tendrían en la elección del 2024, pensando en que el criterio deberá ser ese, más allá de los sentimientos políticos que tenga el mandatario, y en este momento, en el caso de Durango, la perspectiva hacia el Secretario de Relaciones Exteriores ha ido creciendo, máxime porque ha mantenido un equipo de trabajo desde antes de la campaña del 2018, y son quienes le han ido sumando adeptos a su propósito de llegar a Palacio Nacional.
Es el caso del actual delgado de Relaciones Exteriores, Nacho Aguado, quien se ha mostrado como una pieza fundamental dentro del equipo de Marcelo, pues se ha percibido como el responsable de crear los acuerdos con diversos actores políticos para desarrollar la estrategia llegado el momento, y ha sido, desde nuestro punto de vista, la puerta de acceso al propio Ebrard, quizá replicando lo que ocurre en otros estados del país, pues los delegados han sido palomeados por el propio canciller, pensando en que serán su equipo de “tierra” para lograr un mayor posicionamiento.
A esto habría que agregarle que si bien la decisión está prácticamente tomada respecto a que el abanderado saldrá de las encuestas que realicen, Marcelo, a través de Nacho, en el caso de Durango, ha mantenido una tendencia constante en positivo con grupos que bien podrán determinar inclinarle la balanza a su favor, el caso de perfiles políticos morenistas, así como asociaciones y grupos partidistas no solo del propio instituto político al que pertenecen, sino de otros partidos como el Verde Ecologista; algo que deberá redituar en el levantamiento de las encuestas, pensando en que no estarán “cuchareadas” hacia ninguna de las “corcholatas”.
Ebrard Casaubón tiene a su favor el despliegue importante que ha hecho durante su encargo en la SRE, principalmente en cuanto a la atención en las oficinas de los estados, creando infraestructura adecuada por ejemplo para la expedición de pasaportes, aunado a que ha encabezado temas que han sido trascendentales para el país, como el de las vacunas contra el Covid; pero además, a diferencia de la Jefa de Gobierno por ejemplo, mantiene buena relación con mandatarios de otros país, como Estados Unidos, que nos permiten como nación seguir transitando frente a nuestro poderoso vecino.
Lo que se haga este año será determinante en el resultado final de la candidatura, pero algo que será de vital importancia, es que el canciller deberá cerrar filas con quienes le han demostrado lealtad e institucionalidad no solo dentro del gobierno, sino en el ejercicio de la política, como ocurre con Nacho Aguado, y que a través de él comience a cristalizarse la anhelada aspiración para el 2024, y aunque Durango electoramente no representa un alto porcentaje, la labor de socialización de Marcelo deberá quedar “sellada” con los puentes de comunicación que ha venido creando el delegado en la entidad.
Pajareando.
Mal mensaje del dirigente nacional de Acción Nacional, Marko Cortés, en su visita a Durango, al defender el supuesto “legado” de la pasada administración estatal, donde quizá sin tener toda la información al respecto se atrevió a mencionar que el exgobernador podría llegar al Senado; postura que no le abona en nada a la alianza “Va por México”
