En el término de la semana pasada, o el inicio de fin de semana, como lo quieran ver, arribó a Durango el Director General del INSABI, Juan Antonio Ferrer, para entregar equipamiento al Hospital General 450 y al Hospital Materno-Infantil, así como dar cifras de inversión en medicamentos y otros rubros de la salud, donde el Gobernador Esteba Villegas aprovechó para ir planteando necesidades de la entidad, que en su momento fueron compromisos de campaña, como un Hospital Regional en Santiago Papasquiaro, para dar la capacidad necesaria a la Secretaría de Salud, porque de todos modos llegan a ese municipio los habitantes de toda esa parte de la sierra para atenderse, además de hacer lo mismo con el Centro Estatal de Cancerología, que atiende a pacientes propios y de otros estados.
Este pequeño resumen era necesario para destacar un punto, el gobernador está aplicando nitro a sus gestiones, probablemente para ver los resultados y cortar los listones en su mismo sexenio, y para aprovechar el año y medio (aprox.) que le queda a la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que ha encontrado eco a sus solicitudes a favor de los duranguenses; pero también hay que destacar un punto muy valioso para los trabajadores de la Secretaría de Salud, que es la absorción del sistema IMSS-Bienestar de los servicios, que ya se vio que no será la totalidad, sino que funcionará como lo hacía el Seguro Popular en sus adquisiciones, pero en lo que más nos interesa, la basificación del personal de contrato, Ferrer dijo que se seguirán haciendo las contrataciones de personal por el sistema que dirige, y con ello, los trabajos bajo ese régimen, tienen todas sus prestaciones de ley, sin pagar cuotas sindicales.
Analizando esa respuesta del Director General del INSABI se deducen tres cosas:
Primero, que no habrá basificación, o como lo conocemos los trabajadores de Salud, Formalización, sino recontratación IMSS-Bienestar con todos los derechos, sin que ello implique que ya sea definitiva, es decir, que si se va este sistema, se acaban los contratos.
La segunda, que no pagar cuotas sindicales, por ende, no tener representación por parte el SNTSA, es obvio que no tendrán las prestaciones que ello implica y que son exclusivas de este organismo, como los vales de fin de año, caja de ahorro (FONAC y PECAC), curso de verano para los hijos, así como una serie de bonos que sólo aplican para los sindicalizados.
Tercera, que el gobierno federal descarta por completo la creación de nuevas bases definitivas para el sector salud, por lo que los trabajadores de contrato estatal, es decir, los que no se cambien a IMSS-Bienestar, estarán sujetos a las que se vayan liberando por jubilación, despido, renuncia o fallecimiento de las ya existentes, en cuyo caso, seguirán siendo la parte patronal y el sindicato los que tendrán que ir dando respuesta, según la disponibilidad de códigos.
Volviendo al tema de las gestiones del gobernador, es bueno ver que no sólo es insistente ante la federación con los temas que él tiene que resolver a los duranguenses, porque para eso fue electo, para sacar a Durango del foso panteonero en el que lo dejaron Aispuro y su séquito, pero al mismo tiempo, se sigue esperando que haya respuesta al desfalco financiero.
Por otro lado, quien también está moviendo cielo, mar y tierra para dar buenas cuentas a la gente es el presidente municipal Antonio Ochoa, que ha resaltado en el tema de pavimentación y ahora con el alcance y capacidad de respuesta que brindan las nuevas patrullas, lo que deberá verse reflejado en la reducción de índices de criminalidad en el corto plazo, y con el cambio en las primeras dos direcciones de su administración, también debe verse algo bueno en lo inmediato, porque la crítica de los duranguenses hoy lo favorece, según varias encuestas, pero si quiere mantenerse en el buen ánimo, debe mantener el paso o redoblarlo, porque además, él y Alejandro Mojica son las únicas figuras panistas respetables por ahora, gracias a su trabajo y a pesar de las barbaridades de Marko Cortés y Aispuro.
