Por supuesto que ningún proceso electoral es igual a otro, sin embargo tenemos para prever posibles resultados dos elementos, el primero; las encuestas, ( sin entenderlas como pronósticos de triunfo, sino como fotografías del momento, sin olvidar que el momento en cualquier momento, valga la redundancia, puede cambiar). El segundo la elección inmediata anterior. Sobre estas dos premisas, pudiéramos pensar que | hoy por hoy | las elecciones de este 2023; tanto en Coahuila, como en el Estado de México, están definidas la primera en favor de la alianza “Va por Coahuila” y la segunda por #MORENA y sus aliados.
En 2017 Miguel Ángel Riquelme, abanderado del PRI en Coahuila, gana con el 38.9% con una diferencia mínima de un poco más del 2% a Guillermo Anaya, de Acción Nacional, quien obtiene el 36.4% enviando con un 11.9% a un tercer lugar a #MORENA y ha su candidato Armando Guadiana, quien ahora en este 2023 buscará por segunda ocasión la gobernatura. PRI y PAN los otrora adversarios, junto con el PRD van coligados, y si bien es cierto que los votos no se traslapan en automático, no se puede desestimar que quienes fueran primera y segunda fuerza en el proceso pasado, ahora comparten proyecto con Manolo Jiménez. Mientras tanto las huestes de la #CuartaTransformación, no se pusieron de acuerdo y llevarán tres candidatos: Armando Guadiana / MORENA, Lenin Pérez / PVEM, Ricardo Mejía / PT. La mayoría de las encuestas coinciden en la ventaja de Jiménez, pero todas con una diferencia menor a un 10%, además que la suma de las preferencias de los tres candidatos cuatroteistas juntos, superan a los aliancistas, por lo que la declinación de dos de ellos a favor de un tercero, pudiera cambiar el momento, la fotografía y por supuesto los resultados.
Asegura Forbes, que en 43 encuestas Delfina Gómez de #MORENA, lleva la ventaja en Edomex, sobre Alejandra del Moral, la abanderada de la coalición PRI/ PAN/ PRD y todas ellas son consistentes al registrar una ventaja superior al 15%. Por el momento no se vislumbra algún factor que pudiera revertir esta tendencia, sin embargo aciertos y errores de campaña, entre otras cosas, pueden repercutir en las proyecciones. En las elecciones del 2017 Delfina Gomez fue muy competitiva, obtuvo un 30.78% menos del 3% de diferencia del 33.56% con lo que ganó Alfredo del Mazo. Sin embargo, hoy las condiciones se ven más favorecedoras para la morenista.
Fue precisamente el proceso del 2017, el que ocasionó la ruptura definitiva entre AMLO y el PRD, que no aceptó que su abanderado Juan Zepeda, declinara por la morenista, acción que según López Obrador, garantizaría el triunfo de Delfina. Y sin duda tenía razón, ya que a pesar que el perredista inició la contienda con un 2% de preferencias en las encuestas, tuvo un crecimiento exponencial al obtener un 18% en la votación, lo que mandó a a la panista Josefina Vasquez Mota, a un cuarto lugar, quien logró obtener tan solo un 10% de la votación. Hoy la morenista es más competitiva, los seis años que tiene Delfina Gomez en campaña, la hacen más conocida, tiene más experiencia, Morena gobierna en 21 estados, además de ser gobierno federal con una oposición endeble, son circunstancias más favorecedoras.
Las particularidades de Juan Zepeda, ahora como emecista, son muy diferentes, no logró el crecimiento esperado, incluso ni siquiera mantener el 6% que obtuvo en las primeras encuestas, los recientes ejercicios, ahora lo ubicaron con menos del 2%. Por supuesto que Dante Delgado, no podía permitir que se exhibiera el nulo capital político de su partido. Como ya nadie le podía creer aquel cuento que son “una tercera vía”, decidió no registrar candidatos a la gobernatura en EDOMEX y Coahuila, y como justificación ante una ridícula participación testimonial, inventa un cuento mejor: un perverso acuerdo para repartirse las gobernaturas entre #MORENA y el PRI. La justificación de Delgado Rannauro, es igual que el que se cayó del burro: “al cabo que ya me iba a bajar”
