La famosa División del Norte se conforma en un inicio por generales originarios del estado de Chihuahua y surge en la población de Jiménez, Chihuahua. Posteriormente, y ya con la incorporación de los jefes del estado de Durango y algunos de Coahuila, se complementa en la Loma, Durango, pero sus orígenes y organización fueron anteriores al 27 de septiembre de 1913, pero lo interesante de este hecho histórico es que los generales de los tres estados decidieron en territorio duranguense que Francisco Villa se convirtiera en su líder, en su jefe, en el mandamás de la poderosa División del Norte. Justo de esto habla un testigo presencial, alguien que anduvo en el campo de batalla y disparó el rifle y tiróbalazos, curó enfermos y arriesgó la vida por lo que creía una causa justa. El Dr. Encarnación Brondo Whitt, nació en Monterrey el 17 de octubre de 1877. Ingresó a la Escuela Nacional de Jurisprudencia de la ciudad de México para estudiar abogacía, sin embargo, por razones familiares no concluyó sus estudios. Ingresó a la Escuela de Medicina de Monterrey, graduándose en 1902. En 1903 se fue a radicar a Ciudad Guerrero, en donde pasaría la mayor parte de su vida. En marzo de 1914 se alistó como médico de la “Brigada Sanitaria de la División del Norte”, donde convivió con los principales cabecillas del movimiento, incluido Pancho Villa. Con ellos viajó por todo el norte y centro del país, siendo protagonista y narrador de las hazañas villistas más memorables, las cuales plasmó en su magistral obra “La División del Norte (1914), por un testigo presencial.” Entre los días del 25 y 26 de marzo combatió para la toma de la plaza de Gómez Palacio, Durango, defendida por tropas federales al mando del General Juan J. Navarro. El día 12 de abril combatió en San Pedro de las Colonias Coahuila, contra las tropas federales de Victoriano Huerta. Entre los días 23 y 24 de junio combatió en Zacatecas contra las tropas federales huertistas. Se dio tiempo para registrar los principales hechos de esta importante gesta, a tal grado que su crónica es considerada como una de las narraciones más completas y mejor elaboradas. El tiempo que sirvió en la División del Norte militó a las órdenes del general Julio Acosta, habiendo adquirido el ascenso de Teniente Coronel, grado que le otorgará el general Francisco Villa después de la Toma de Zacatecas. Él mismo se consideraba un hombre hogareño, por ésta razón y debido a que para la fecha ya tenía dos hijos pequeños, en enero de 1915 decidió regresar a Chihuahua.Ferviente lector y polemista, fue de las plumas más prolíficas del estado de Chihuahua, publicó más de 10 libros y cientos de artículos en varios periódicos y revistas de su época. Además de la medicina y la literatura, cultivó la historia, la astronomía, la filosofía y otras disciplinas humanísticas. “La División del Norte (1914), por un testigo presencial” es una obra magna que reúne la visión completa y detallada del paso del autor como médico de la División del Norte, su aventura completa y sus impresiones acerca de los resultados sociales de la revolución mexicana. Un libro muy raro con fotos inéditas que vale la pena leer para ilustrarse y conocer datos verídicos sobre el poderoso ejercito comandado por Doroteo Arango Arámbula. “A las cinco de la tarde del 16 de marzo, sale la Brigada Sanitaria de la División del Norte bajo el mando del coronel Andrés Villarreal rumbo a su destino, a la retaguardia de las tropas constitucionalistas, y al día siguiente se estaciona en el poblado de Escalón, Chihuahua, esperando las instrucciones del alto mando, permaneciendo ahí durante 48 horas, mientras las tropas establecen contacto formal con el enemigo y empieza de nuevo el desplazamiento camino al sur, para llegar a la estación de Conejos al medio día, y al empezar la noche, recibimos los primeros heridos de la brigada RosalíoHernández, lesionados en el encuentro que tuvieron en el Peronal, enterándonos que el poblado de Bermejillo ya ha sido tomado. En este relato del libro se mencionan dos poblados del municipio de Mapimí que son estación Conejos y Bermejillo. José Encarnación Brondo Whitt, hombre inteligente, de carácter tranquilo, médico cirujano de profesión, poeta, escritor y sobre todas las cosas hombre devoto de la broma y del buen humor.
