Cuando el PRI, por primera vez, pierde la presidencia de la República, no pasó nada. Los priistas se quedaron muy tranquilos, en el fondo sabían que desde Carlos Salinas de Gortari se había pactado la llegada del PAN a los pinos. Fue el precio que tuvieron que pagar, por haber legitimado el fraude en 1988 en contra de Cuauhtémoc Cárdenas. En el año 2000 cuando llega Vicente Fox a la presidencia de México, todo cambio, para que todo siguiera igual. El ex gerente de una empresa refresquera, dejó intactas las estructuras del viejo PRI, siguió más de lo mismo y a los poderes fácticos, no se les tocó ni con el pétalo de una rosa.
Desde entonces, se comenzó a decir del PRIAN, de un partido dividido en dos y también, los mismos políticos de siempre solo que en diferentes partidos. Después de dos sexenios de vacaciones, el PRI sin problemas regresó a los Pinos, el único prietito en el arroz durante ese tiempo, fue Andrés Manuel López Obrador. Este factor resultó determinante para unir al PAN y al PRI, en contra de AMLO para cerrarle el paso a la presidencia de la República. El camino de Andrés Manuel para llegar a Palacio Nacional, ha sido muy largo, le llevó 18 años haciendo campaña. Por ironía del destino, el tabasqueño que venía del PRI, fue quién los derrotó y se cumplió el refrán: pa’ los toros del jaral, los caballos de allá mismo.
Tuvo que suceder el tsunami de 2018, para que el partido fundado por Plutarco Elías Calles, se diera cuenta que había llegado el principio del fin. La primera autocrítica que se hicieron los priistas fue: nos alejamos de la sociedad y nos olvidamos de ella. ¿Alguna vez estuvieron cerca? De pronto, los del PRI que no estaban muertos que solo andaban de parranda, cambiaron su discurso electoral. Con la intención “de acercarse a la sociedad” hicieron acuerdos con el PAN y el PRD y ya encarrerado el gato, nos dicen que van en alianza con la sociedad. Se les olvida que López Obrador les comió el mandado, el buscó a la sociedad que el PRI y el PAN tenían olvidada, y al final, fue dicha sociedad y no MORENA, quién llevó a AMLO a Palacio Nacional.
Cualquier partido, el que sea, le miente a la sociedad cuando le dicen: somos los partidos zutanos y perenganos y vamos en alianza con ustedes. En este contexto, nos referimos a la llamada partidocracia que solo nos buscan en tiempos electorales. Ejemplos hay muchos, Durango puede ser como dijo el poeta; para muestra basta un botón, los demás a la camisa. En las pasadas elecciones se nos dijo, que el PRI, PAN y PRD, irían en “alianza” con la sociedad, la pregunta sería: ¿ve usted ahora en los gabinetes estatales y municipales a distinguidos miembros de la sociedad civil? Nosotros tampoco. Por fortuna, a la sociedad de Durango ya nada le sorprende, el poder es para compartirse con las amigas y los amigos, para pagar algunas facturas partidistas y todo lo demás, es atole con el dedo.
Quien merece una mención especial en este tema, es el llamado partido movimiento ciudadano. Hoy el dueño de esa productiva concesión Dante Delgado, lo viste con piel de oveja. El que se llame MC no significa que sea el partido de los ciudadanos. Mientras no tengamos una verdadera democracia participativa, seguiremos siendo rehenes de todos los partidos políticos.
