Esta semana trascendió en redes sociales, la agresión que sufrió el duranguense Héctor Flores Ávalos a manos de quien aparentemente, es el coordinador de logística de Alejandro Moreno Cárdenas y quien le propinó un cabezazo al ex senador, luego de que ambos tuvieran un desencuentro en un evento de Xóchitl Gálvez en Nuevo León, lo que evidentemente se hizo viral, pues no se puede pasar por alto que un priísta haya agredido a un panista, cuando ambos partidos buscan consolidar una alianza que le arrebate el poder a Morena y sus aliados, por más que esa alianza sea antinatura y que conlleve sus riesgos, este episodio habla por si solo de esas consecuencias, pues está claro que ambas institutos políticas tienen su forma de trabajar y en definitiva no es la misma.
Se debe recordar que fue el ex secretario general de gobierno durante el sexenio pasado, el que estuvo inmerso en aquel proceso interno del PAN, para buscar hacerse de la candidatura a la gubernatura del estado, al no darse, generó muchas animadversiones dentro del Revolucionario Institucional debido al papel que jugó previo a esas elecciones, pues se dice que incluso días antes, anduvo recorriendo distintas dependencias para pedir a los trabajadores que no votaran por quien a la postre, se convirtió en el ganador de aquella elección, afrenta que algunos priistas no olvidan, aunque se duda mucho que ese haya sido el motivo de la agresión a la cual se hace referencia, pues está claro que ambos personajes ya tienen diferencias profundas dentro de la casa de campaña de la coalición “Fuerza y Corazón por México”.
Tanto el PAN como el PRI, se enfrentaron durante años en distintas elecciones tanto federales como estatales, aunque ante el surgimiento de Morena, ambos partidos se han visto la necesidad de unirse para truncar los proyectos políticos y electorales de la Cuarta Transformación, hay algunas entidades en donde lo han logrado y otras, en donde han sucumbido, sin embargo, parece que esas alianzas de subsistencia son por demás necesarias y sin duda, ambos partidos están dispuestos a sacrificar lo que tengan que sacrificar para lograr sus objetivos, de ahí que se haya minimizado la agresión a la cual estamos haciendo referencia y que solo refleja la alianza antinatura en la cual se encuentran esos institutos políticos, bueno hasta Xóchitl Gálvez minimizó el hecho.
Seguramente que este no será el único desencuentro que se tenga dentro de estas campañas presidenciales, pues está claro que ambos partidos tienen su propia forma de trabajar y de hacer las cosas, lo que en algunas ocasiones choca y habrá las veces de que se hagan públicas y otras en donde solo quede en rumores, lo que sí, es que se tratará de minimizar las veces que sean necesarias, pues lo más importante, es el proyecto general y lo que implica dicha coalición, siendo Durango uno de los pocos estados de todo el país, en donde se pudo consolidar esa alianza, primero en una candidatura y después en un gobierno de coalición y eso no se podrá replicar en cualquier elección, lo cual ya deben saber en Fuerza y Corazón por México, por lo que ello no debería sorprender a nadie.
Al tiempo…
