Si bien cada elección es distinta, me parece que el próximo domingo, luego de conocer parte de los resultados electorales preliminares dados a conocer por el PREP, podríamos estar hablando de una predominancia en cuanto al sufragio de los mexicanos, donde por un lado, en el caso de Palacio Nacional, seguro están confiando en que será en cascada, donde asemejando a una estructura piramidal iniciando con la aspirante presidencial y así respectivamente hasta los cargos de menor rango en el país, incluyendo gubernaturas, diputaciones, entre otros.
Esta tendencia deberá ser si las condiciones están dadas para Morena en todo el territorio nacional; el asunto es que habrá que pensar en tres tipos más de sufragio que se podrían presentar, y que sin duda cambiaría toda la “escenografía” política que desde el poder se están imaginando. De ahí que la “operación” de movilización para este domingo sea clave, quien se confíe en dejar “suelta” cualquier estrategia o posibilidad, será quien pague las “facturas de una derrota”. Por lo que los partidos deberán tener bien visualizadas las siguientes alternativas de voto.
Cruzado.
Este tipo de sufragio difícilmente se ve en las campañas políticas recientes, pues se trata de que la gente puede votar de forma indistinta, sin que sea por un solo partido, pues hay quienes creen que lo mejor son los equilibrios y para lograrlo se cree que si la tendencia en cuanto a las encuestas marca a una favorita, para el Congreso de la Unión se pude votar por la contra parte. Y es que eso se puede “palpar” en algunos eventos que se tuvieron aquí en Durango, pues mientras Claudia Sheinbaum se lleva el “aplausómetro”, hay aspirantes locales y federales que no reciben el mismo respaldo; esa es una primera señal de que seguramente habrá voto cruzado.
Oculto.
Este ha sido un tipo de sufragio que le ha costado el poder a varios partidos en la era moderna de las elecciones, desde que hay alternancia. Pues hay quienes hasta van a los eventos a los que son convocados por parte de algunos institutos políticos, al Zócalo por ejemplo, y a la hora de estar frente a la boleta en la mampara electoral su voto es para el adversario, por lo que aquí es claro que solo la persona sabe exactamente por quién habrá de votar, y muchas veces andar en actos públicos en apoyo a algún candidato, no garantiza absolutamente nada. Máxime cuando existe “apoyo” de transporte para llenar la plaza frente a Palacio Nacional.
De castigo.
Aquí debemos de tomar en cuenta dos aspectos; el primero sería en relación al refrendo que los ciudadanos le otorgan o le retiran a un candidato que milita en el mismo partido de quien gobierne. Al no ver cristalizadas parte de las promesas que se hicieron en campaña, y que siendo gobernante se le olvida, claro que hay un castigo por parte del elector. El segundo aspecto está relacionado con la reelección, en el caso de alcaldes a nivel nacional o legisladores federales y locales, quienes no hayan tenido ese sinergia social con los ciudadanos, evidentemente recibirán un voto en contra, y será una clara manera de manifestar su inconformidad al trabajo que hayan estado realizando.
El voto sí vale.
Cualquiera que sea el caso en el cual Usted se identifique, es importante que no dejemos de participar este 2 de junio, que demostremos en las urnas el estado de cosas en el que nos queremos encontrar los próximos seis años; que la apatía de hoy no se convierta en el reclamo de mañana. No se trata de que le interese o no la política, se trata de que le interese el país, pues aunque no emita su derecho a decidir tendrá que asumir las consecuencias para bien o para mal; confíe, su voto sí vale.