Para los partidos políticos, todos sin excepción, vencedores y vencidos, es importante sacudirse la arena, que se les metió hasta por las orejas, luego del tsunami electoral que revolcó a todos por igual, incluyendo a varios morenistas, porque entre la algarabía por el triunfo de Claudia Sheinbaum, y lo que significa su llegada a Palacio Nacional como la primera mujer presidenta de México, la “rebatinga” puede darse al interior de MORENA, motivo por el cual, aquí no aplica el dicho de que “después de la tempestad, viene la calma”, ya que se asoma el 2025 con la renovación de las 39 alcaldías, una pugna electoral que, si bien es cierto, no traerá el efecto de la elección presidencial, será un auténtico choque de trenes entre las fuerzas cuatroteístas contra la alianza prianista, y un Movimiento Ciudadano, que a su ritmo, avanza poco a poco.
Antes de abrir las ventanas y asomarse al 2025, claro que hay que ver cómo quedará integrada la siguiente legislatura. Por ejemplo, el tema del distrito 13 local, con el final de fotografía entre Susy Torrecillas y Flora Isela Leal, les ha robado la calma a priistas y morenistas. Pase lo que pase, Susy y Flora Isela, llegarán al Congreso del Estado, pero del triunfo de la morenista lagunera, depende que también llegue Cynthia Mont, uno de los principales liderazgos femeninos de la 4T, quien sin duda, hizo una muy buena campaña. Su eventual incursión en el Poder Legislativo, podría fortalecer el proyecto cuatroteísta de Durango capital, de cara a las elecciones del año que entra. Aún resulta difícil saber qué es lo que ocurrirá en el caso de Cynthia, pero de llegar a ratificarse el triunfo de Flora Isela, sería un golpe fuerte para Homero Martínez Cabrera.
Respecto a la alianza PAN-PRI y lo que queda del PRD en la capital, el 2025 es crucial. Efectivamente, lograron sobrevivir al tsunami “claudista”, llevándose el triunfo en los 6 primeros distritos locales, lo que quizás motivó a Toño Ochoa a enviar una señal precisa en sus redes sociales, de que buscará la reelección. Ya en su momento, el alcalde panista había manifestado que no participaría en esta contienda, pues su compromiso primordial estaba al frente de la Presidencia Municipal. Con la victoria de Gaby Vázquez Chacón, Alejandro Mojica y Fernando Rocha, a diferencia de lo que pasó en 2018, cuando precisamente fue Toño Ochoa el único panista sobreviviente del tsunami “lopezobradorista” en la pelea por el Congreso del Estado, siendo candidato por el 5to distrito, el cierre de filas al interior del partido que dirige Mario Salazar, será indispensable.
También en ese renglón de la alianza, habrá que esperar a ver que cartas presenta el PRI que dirige Ernesto Alanís, pues lograron colocar a Sughey Torres, Daniela Soto, Noel Fernández e Iván Soto Mendia en el Congreso Local. A la espera del resultado de Susy Torrecillas, con la posibilidad de que entre en el repechaje Manolo Ávila, así como la llegada de Rocío Rebollo y el propio Alanís Herrera al Poder Legislativo, y la acción del Jefe Político, será fundamental arribar al 2025 sin amenaza de fracturas en la alianza. El PRI y PAN, tienen un alto grado de dependencia electoral entre sí, además, sería lo más congruente al formar parte de un gobierno de coalición, así que, si deciden por una extraña razón ir por separado, como decía mi abuelita, “¡ay se los haiga!”.