Luego de una serie de especulaciones sobre lo que harían algunos partidos político en Durango, una vez que se conoció el contenido de la reforma que impulsaría Claudia Sheinbaum para eliminar la reelección de alcaldes y legisladores, trascendió que la misma -de ser aprobada- entraría en vigor a partir del año 2030, por lo que para el proceso que arrancaría aquí en noviembre de este año, esta reforma no estaría vigente y por ello, hombres y mujeres que en este momento presiden alguna de las 39 alcaldías que hay en el estado, no estarían impedidos de postularse, lo que abriría la puerta de varias candidaturas más que cantadas.
Lo anterior, no impediría que por ejemplo, Toño Ochoa, buscara la reelección por la capital, seguramente respaldado por la coalición del PRI y el PAN y, lo que queda del PRD, pues él mismo ha mandado mensajes claros y contundentes de esa aspiración y siendo además, el activo más importante de la coalición Fuerza y Corazón por Durango, valorando los resultados electorales arrojados el pasado 2 de junio que ubicó en su justa dimensión a quienes en un momento dado pudieran haber buscado dicha aspiración.
De igual manera, habrá que ver si en Gómez Palacio, la propia Lety Herrera busca repetir en esa alcaldía, pues es innegable que luego de los resultados electorales en la Comarca Lagunera y particularmente en ese municipio gomezpalatino, la coalición no podrá postular a quien sea, pues los riegos son altos, de ahí que se piense en la heredera de Don Carlos Herrera para ese encargo, ahora habrá que ver si ella está interesada en participar, pues sería la única que realmente garantizaría la competitividad que se necesita para buscar un resultado favorable por parte del PRI, el PAN y el PRD.
Por paradójico que parezca, hay en Durango cinco alcaldías que aún son presididas por el Partido de la Revolución Democrática, entre las que destacan: la de David Ramos Zepeda en Guadalupe Victoria y la de Nancy Vázquez en Nombre de Dios, quienes seguramente buscarán refrendar lo conseguido en el 2022, por lo que de alguna manera, también se verán beneficiados de que la reforma para eliminar la reelección que impulsa la próxima Presidenta de México, entre en vigor hasta en el 2030, lo que no deja de ser un respiro para la coalición, la cual necesita mandar un mensaje de que lo ocurrido el pasado 2 de junio, fue producto de un tsunami y que el 2025, será otra historia.
