Aunque ya hay quienes se relamen los bigotes pensando que tienen alguna oportunidad de hacerse de la súper delegación de la Secretaría del Bienestar en Durango, sería importante recordarles que ese cargo, ya tiene nombre y apellido, pues salvo algo extraordinario, todo indica que será Iván Ramírez Maldonado el que se mantenga en el cargo a partir del 1o de octubre de este año, lo anterior, si se da, será por méritos propios del duranguense y no por un simple dedazo, pues desde que llegó a ese encargo, se ha dedicado a construir.
Por principio de cuentas, se debe recordar que Ramírez Maldonado recibió una indicación clara y precisa de la Secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel Reyes, de que nadie de su dependencia se podía mover para buscar una candidatura en las elecciones pasadas, todos se alinearon y de ello se encargó personalmente el superdelegado, por lo que todas sus áreas se dedicaron a lo que les correspondía, el resultado de ello, votos en favor de ese proyecto favorables y medibles, lo que no se hubiera podido lograr, si esa dependencia no hubiera hecho su trabajo.
Lo anterior, pone a Iván Ramírez en una posición privilegiada para lo que se viene, pues está claro que le entregó buenas cuentas al proyecto de la Cuarta Transformación y a Ariadna Montiel, la cual dicho sea de paso, fue refrendada en el cargo por la mismísima Claudia Sheinbaum, por lo que si la lógica impera, lo más seguro es que la aún Secretaria de Bienestar, se vuelva a rodear de la gente de su absoluta confianza, misma que no tienen otros hombres y mujeres, algunos de los cuales, quemaron su capital político en las últimas elecciones sin conseguir ese objetivo, de ahí que resulte inverosímil que aspiren a la superdelegación, aunque chamba seguramente sí tendrán.
Se debe aclarar que Iván Ramírez Maldonado tiene como plan “A” quedarse al frente de la superdelegación de los programas federales en esta entidad, sin embargo, en caso de que la candidatura de Morena a la alcaldía de la capital recaiga en un hombre, ni duda cabe que presentará su registró a esa aspiración, aún y si ello, le representa dejar su cargo en la Secretaría del Bienestar, pues desde hace años tiene ganas de sacarse esa espina y volver a participar para ese cargo de elección popular, mismo que se le negó, cuando el proyecto morenista apenas nacía en estas tierras.