En pasadas colaboraciones, habíamos comentado que siendo gobernador del Estado Héctor Mayagoitía Domínguez, a pesar de que tenía facultades para nombrar al rector de la UJED, se negó a hacerlo porque consideró que fueran los propios universitarios que escogieran a su rector. Se puede decir que Mayagoitía Domínguez, ha sido el único gobernador que no metió las manos para la elección de rector en nuestra alma mater. Después, la historia registra que “haiga como haiga sido” los gobernadores en turno de una o de otra forma, han intervenido para influir en poner al rector.
Pero hoy la UJED, como nunca, está viviendo momentos históricos porque nunca antes de una manera cínica, pública y perversa, se pretende imponer desde el Bicentenario al médico Ramón García Rivera como el próximo rector. Hace tiempo, cuando se empezó a mencionar que el gobierno del Estado intentaba imponer a Ramón García, se conoció que no reunía los mínimos requisitos para registrarse como candidato a la rectoría. Se destacan: no cumple con un mínimo de cinco años frente a grupo, si bien tiene horas en la prepa Diurna, nunca asistió a cumplir sus obligaciones académicas.
Otro requisito que no cumple; se requiere un posgrado de maestría, doctorado o alguna especialidad. En el tema de la maestría, se ha filtrado que hace muy poco tiempo no la tenía pero ahora se conoce, que una universidad privada le otorgó dicha maestría. Quienes hayan cursado una maestría saben que se requieren dos años y titularse. Ya que hablamos de mujeres y de traiciones, quien tiene facultades para firmar un título de esa naturaleza es el secretario de educación, Guillermo Adame. Este es un asunto que se le debe aclarar a la opinión pública.
Como dice la canción: “por esas cosas y otras más” la candidatura de Ramón García debe ser impugnada ante la comisión electoral. Y ya que andamos por esos lugares, una integrante de dicha comisión electoral, debe excusarse ya que tiene lazos familiares con Ramón García. Y como usted sabe, no se puede ser juez y parte o incurrir en conflicto de intereses. Los caprichos del poder se pueden pagar muy caros. En esta elección para rector, como nunca se pretende ir en contra de la autonomía y también sobre la dignidad de maestros, trabajadores y estudiantes de la UJED. ¿Y por qué no decirlo? Pretenden pasar sobre lo que piensa de esta elección toda la sociedad duranguense.
Frente al chantaje y la imposición que pretende el gobierno del Estado, están Rafael Mier, Jesús Murillo y José Ramón Duarte encabezando a la comunidad universitaria. No recordamos que en una elección para rector de la UJED, haya habido algún debate entre los aspirantes. Nos gustaría ver dicho debate y que sea organizado por radio y televisión de nuestra universidad, y ver al candidato del gobierno frente a Rafael Mier, Jesús Murillo o José Ramón Duarte. Así se demostraría que Ramón García no conoce ni los problemas de la prepa Diurna, mucho menos de la universidad. La única arma que tienen los universitarios frente al poder, es defender con dignidad lo que hoy se les pretende hacer. Hay algo que al poder si le tiene miedo: a la dignidad colectiva de todos y cada uno de los universitarios.