A la actual legislatura del congreso del Estado, le ha tocado aprobar varias reformas constitucionales de la 4T con una rapidez poco usual, pero al final, se suman a otros congresos estatales para lograr la mayoría que se necesita. No falta mucho para que las diputadas y diputados del congreso del Estado, tengan en sus manos y en su caso, aprobar la reforma electoral que intenta acabar con el nepotismo y ponerle un alto a la reelección. Como usted sabe, las iniciativas de la presidenta Claudia Sheinbaum en este tema, por muchas razones han sido controvertidas.
No estamos seguros, de como van a reaccionar las diputadas y diputados de la actual legislatura, que sin duda, llevan dedicatoria. A las y a los ciudadanos les gustaría un debate serio de la no reelección y del nepotismo. Nadie puede negar, que a la clase política local a partir del 2030 afectaran sus intereses personales y de grupo, cuando entre en vigencia la polémica reforma electoral. Muchas y muchos que se dedican a la noble profesión de la política dirán: “bueno, mientras llega el 2030 no debemos preocuparnos, al menos por 6 años todo seguirá cambiando, para que todo siga igual.
La presidenta de México Claudia Sheinbaum, en su propuesta original pretendía que la reelección en caso de diputadas, diputados y presidentes municipales, ya no pudieran reelegirse para el periodo inmediato, a partir de 2027 y los senadores hasta 2030. Debido a ello, en la cámara de senadores y diputados, “se alborotó la gallera” porque sin excepción, a todas y a todos los afectaba. Este asunto tuvo que negociarse entre las bancadas de los partidos para al menos, posponer hasta 2030 la vigencia de esta reforma constitucional.
Por lo pronto, la 4T tuvo que dar reversa a la reforma, pero no crea que fue por la oposición, resulta que fueron los aliados de MORENA quienes recurrieron a las amenazas y al chantaje para salirse con la suya, después de todo “Roma no se hizo en un día”. No sabemos hasta el día de hoy, si las y los integrantes de la actual legislatura, antes de votar la reforma debatan algo que también la sociedad desea. Pero puede suceder también, que para que Durango siga “renaciendo” fumen la pipa de la paz desde los laberintos del Bicentenario.
Nuestras diputadas y diputados locales están obligados a escuchar lo que opina la sociedad de esta reforma. En primer lugar, la actual reelección a muchas y a muchos profesionales de la política, les permite por años “jugar mal, pero acomodarse” y así quedar en un puesto de elección popular por mucho tiempo. Y ni se diga del nepotismo, muchas familias en el Estado practican este deporte “con mexicana alegría” y son ellos, a quienes vemos ejerciendo el poder como dijo el poeta zacatecano Ramón López Velarde: “parece que se los escrituró el diablo”.