Inicio Artículos de Opinión #8M Conmemoramos, no festejamos.

#8M Conmemoramos, no festejamos.

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Ya se habían tenido diversos actos tanto de protesta como de solidaridad entre mujeres, con el fin de exigir mejores condiciones laborales para las mujeres al final del siglo XIX, en un período de crecimiento industrial. En 1911, como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez el 19 de marzo en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Días después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judías, murieron en el trágico incendio de la fábrica de textiles Triangle en la ciudad de Nueva York. Este suceso generó un impacto en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer.
Posteriormente, durante 1913 y 1914, en el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.
La Comisaria del Pueblo para la Asistencia Pública, de origen ruso, Aleksandra Kollontai logró el voto para la mujer y que fuera legal el divorcio y el aborto, consiguió que el 08 de marzo se considerase fiesta oficial en la Unión Soviética, aunque laborable. El 8 de mayo de 1965 la Unión Soviética se declaró no laborable el Día Internacional de la Mujer.
Derivado de los antecedentes anteriormente explicados y gracias a que muchas personas, a lo largo del tiempo y el espacio han pugnado por la igualdad entre hombres y mujeres, hoy en día, por lo menos en nuestro país, notamos que las mujeres cada vez más toman espacios importantes a nivel profesional, en cargos públicos, en el sector privado, en la academia, en los institutos de investigación, en la industria, etc.
Su participación en diversas esferas de la sociedad es cada vez más notorio y significativo, a tal grado de que, en el año 2024, por primera vez en México, una mujer asumió el cargo de presidenta de nuestro país. Claramente, esto es consecuencia del impacto que ha generado la lucha y el esfuerzo de muchas personas por posicionar a la mujer en la sociedad, por erradicar los estereotipos que se tienen sobre ella, mismos que, en algún momento, la redujeron a ser mujer sólo por atender un hogar o tener hijos. Al día de hoy, sabemos que las mujeres podemos decidir la vida que queremos y abrirnos camino en un mundo que no nos frena.
No obstante, aún quedan muchos problemas qué resolver en ese respecto, lamentablemente la violencia en contra de la mujer no se ha erradicado por completo y todavía falta remarcar la importancia del respeto a las decisiones que tome la mujer en relación a su cuerpo, la maternidad, la vestimenta o, decisiones respecto del matrimonio, el estudio, el trabajo, entre otros. Asimismo, es necesario sancionar a quienes ejercen algún tipo de violencia en contra de las mujeres y, desde luego, hacer ver que una mujer es mujer desde que nace, por lo que es imprescindible respetar y proteger a las niñas. De igual forma, no hay que desdeñar la educación a niñas y niños, una educación donde se les enseñe el respeto al otro, sin ejercer discriminación por sus gustos, aficiones, decisiones, formas y conductas. Los cimientos de una educación basada en el respeto y la tolerancia, así como el reconocimiento de que, tanto hombres como mujeres, tienen las capacidades y la libertad para conducirse por la vida, es primordial y necesaria para construir vínculos interpersonales de aceptación y respeto.
No se trata de jerarquizar a un género sobre otro, es decir, la mujer no es más ni menos que el hombre, ni viceversa; de lo que se trata es de crear relaciones de convivencia basadas es el respeto, en donde no se generen actos de violencia de uno sobre otro.
Cada 08 de marzo se conmemora el Día internacional de la mujer, para recordar la lucha de las mujeres trabajadoras y la búsqueda de la equidad en todos los ámbitos de la sociedad. Más allá de la celebración, esta fecha es una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos que persisten y exigir acciones concretas para cerrar la brecha de género.

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