Iniciaron las campañas electorales rumbo a la alcaldía de Durango, Gómez Palacio y Lerdo. El rugir de los motores se escuchó desde el primer minuto del miércoles 9 de abril, aunque…no en todos los casos. A José Ramón Enríquez, se le patinó la marcha; debió haber sido el béndix; no creo que haya sido la batería. Dicen que el oftalmólogo quiso arrancar su “unidad” en frío, sin haber planeado el evento en la IV Centenario. El hecho es que, no había ni una banderita del Verde o del PT, y esos desaires, desinflaron sus neumáticos. De Gonzalo, ni sus luces. Tampoco hubo presencia de liderazgos importantes de MORENA, en fin, como decía mi abuelita, que no era mecánica, pero sí muy sabia, “por algo pasan las cosas hijito de mi vida”. Lo bueno es que en el mitin de la plaza de Armas, lo va a sacar de “puchón” la dirigencia morenista, al ritmo de “Ramito de Violetas” de mi “Banda Mexicano”.
A solo unas cuadras de aquella emblemática plaza, que se nota cuando está vacía, tanto o más que cuando está a tope, con la presencia de legisladores, dirigentes estatales, la planilla completa y en evidente unidad, llegó Toño Ochoa dando acelerones con el pie derecho, para que el estruendo del motor de la alianza PAN-PRI, se escuchara más allá de donde se sitúa el monumento al Benemérito de las Américas. Destacó en su mensaje que el vehículo tricolor y blanquiazul, se encuentra debidamente afinado porque los ciudadanos son tomados en cuenta, haciendo alusión al tema del Presupuesto Participativo. Aseguró que no se permitirá que Durango se eche en reversa en los próximos 3 años, y provocó que el piloto cuatroteísta pasara aceite, al sugerir que los ciudadanos van a contrastar lo que se hizo -y lo que no se hizo-, cuando se tomó el volante de la administración municipal. Toño puso especial énfasis en el sistema de unidad y grandeza, que le dan mayor “octanaje” en obra pública.
Afuera del Templo de Santa Ana, Lupita Silerio del Partido Renovación, se echó un buen bailongo. Apenas se conectó el “bluetooth”, y las cumbias, quebradita y unas norteñas no faltaron. Ni siquiera encendió su vehículo, por eso evitó los acelerones, porque, la mera verdad, está muy cara la gasolina y no están para andar derrochando, ni de la más “bara”. Pacho Franco, piloto de la Escudería Naranja, arrancó en el Lago de China, ondeando la bandera de la causa medioambiental, muy acuñada en su persona, logrando unificar a los emecistas, con el absoluto respaldo de Máynez en los “pits” y una mercadotecnia que conectará fácilmente con el electorado. Emmanuel Reyes, el Termi, prefirió pedir un “Uber”. Al ser independiente, la condiciones son adversas en la competencia; con un acelerón, se le puede acabar el mísero presupuesto destinado para los pilotos, que se aventuran a correr frente a bólidos partidistas. Y Héctor Sendel del PES, la pensó mejor; echará suerte en la Plazuela Baca Ortiz, con un grupo musical que prenderá los ánimos.
En el Ambiente Político, hubo quien prendió su campaña al “llavazo”. A uno, se le quedó tirado en el centro, pero hoy llega la grúa. Otro, utilizó combustible amigable con el Medio Ambiente, y los demás, al menos ya calaron su vehículo. Así pues, entre arrancones, arranques y problemas en la marcha, comenzaron las campañas.