En más de una ocasión, he mencionado que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es el único instituto que genera cuadros, incluso hasta para su oposición. Cuando el Partido Accion Nacional (PAN) comenzó a ganar gobernaturas de una forma importante, más de la mitad, eran de origen tricolor, por ejemplo MALOVA en Sinaloa, Yunes en Veracruz, y el propio Aispuro en Durango, sólo por mencionar algunos, habría que recordar que fue en esos tiempos cuando se acuñó la frase “ para ganarle al PRI se necesita un ex priísta.
Con el surgimiento de MORENA esta situación se replicó, creciendo de forma exponencial a partir del arribo de AMLO a la primera magistratura del país. En la actualidad MORENA gobierna 24 de las 32 entidades federativas en México, de las cuales por lo menos 14 de los mandatarios son de origen priísta. En Durango la mayoría de los actuales liderazgos del partido guinda provienen del tricolor; Lourdes García Garay, Cynthia Montserrat Hernández, Otniel Garcia Navarro, Iván Gurrola, Oscar García Barrón, Gustavo Lugo, a modo de ejemplo, aunque también existen excepciones, como Margarita Valdés o Betzabe Martinez entre otras.
La propia dirigente del partido Luisa María Alcalde, ha expresado que son un partido de puertas abiertas, y no pueden descartar el ingreso de militantes, que provengan de otros institutos políticos. Sin embargo en estos últimos días en nuestra entidad, han existido algunas adhesiones que han generado un verdadero rebambarambo. Comencemos por el ex gobernador Maximiliano Silerio, que a diferencia de sus hijos; Maximiliano o Elvira o Roy Guerrero que si acaso los pudieran calificar de ingratos por la trásfuga a otro partido (igual que a todos los que han hecho lo mismo), pero no tienen otros negativos, el ex mandatario si reúne una cantidad importante de agravios contra MORENA y sus aliados.
Cabría precisar, que de los mencionados con anterioridad, no se de su ingreso a MORENA, la información sólo ha sido en referencia a su adhesión a la campaña de José Ramón Enríquez. Pero Maximiliano Silerio, es considerado un adversario y detractor de la izquierda, se le atribuye en su paso por la dirigencia nacional de la CNC haber orquestado la desintegración de los ejidos con la presentación de la iniciativa de reforma al artículo 27 para terminar con la posesión de la tierra para los campesinos, esto por órdenes del presidente Salinas, en apoyo de su política neoliberal y su ánimo de venganza por el voto campesino a favor de Cárdenas. Su gobernatura se vio como un premio por esta acción. Habría que recordar que durante sus sexenio le tocó cohabitar con los trienios del PT en las alcaldías de Marcos Cruz y Gonzalo Yañez, donde la relación fue tan ríspida que el propio Gonzalo realizó huelgas de hambre, además que se trató de tomar en más de una ocasión el “Rancho las Águilas” por las huestes petistas. Son rencores y agravios que no se olvidan. Una prueba fehaciente es la reciente publicación en X de Primitivo Ríos donde dice “ Éste señor representa lo más asqueroso del salinismo”. Esto justifica los brazos caídos en esta campaña, o hasta la operación en contra por parte del PT.
Si la renuncia de Luis Enrique Benítez al PRI es justificada o no es otra historia, que además solo a él le corresponde evaluar. La inclusión a un partido político de un personaje como Benites, podría ser un acierto para cualquier partido: doctor en derecho, constitucionalista, 40 años de experiencia en la política, expresidente de partido, ex diputado, federal y local, un gran tribuno, entre algunas cosas más. Sin embargo también es el mayor detractor de MORENA, un acusador, desacreditador y difamador del Gobierno de López Obrador. Es grave que llamara pendeja (sic) a la presidenta, pero supongamos que tal como aseguró ¡fue solo un exabrupto! Esto demostró misoginia, falta de caballerosidad y patanería, pero pasando esto por alto, Luis Enrique es realmente antagónico a los fundamentos de la #cuartatransformación. No he podido encontrar un comentario favorable por parte de Benites, hacia alguna acción del gobierno federal o de MORENA, al cerrarle la puerta su otrora partido, su afiliación a MORENA fue la única opción de supervivencia política que encontró, aunque en esto se vea una total y absoluta incongruencia. Benítez es un buen político que hoy toma una actitud de mercachifles. Benitez puede ser una manzana envenenada para MORENA.