Antes de los ya famosos “tendederos”que surgieron para motivar las denuncias de acoso, hostigamiento y hasta violaciones sexuales, que se dan de una forma cotidiana, dentro de escuelas, universidades, centros de trabajo etc. Ya existía #MeToo (yo también, en español). Un movimiento que nace en el 2006, en la red social Myspace, con la finalidad de promover este tipo de denuncias y lograr un empoderamiento basado en la empatía. En el 2017 con la inmediatez y viralidad, que se produce en twitter, este “Hashtag” revivió por la denuncia que se realizó en EE.UU sobre el acoso sexual de más de 30 años que el productor Harvey Weinstein, ejerció contra actrices, modelos y productores. tres dias después de publicada la acusación el productor fue despedido de Weinstein Company, a pesar que era co-fundador. Y es que a la primera denuncia más de 40 actrices y modelos como Angelina Jolie, Salma Hayek, Cara de Levignge y Uma Thurman, aseguraron que: también fueron víctimas del mismo sujeto. En tan solo dos horas, el hasthag #Metoo fue compartido 14 millones de veces en Twitter.
A partir de este hecho, el hasthag #Metoo, se empezó a compartir y utilizar en todo el mundo, y México no tenia por qué ser la excepción, así pues; Karla Souza reveló que dejó México, debido a que fue abusada sexualmente, por un productor. Esto motivó a que también las actrices Kate del Castillo, Alejandro Ávalos y Dulce María rompieran el silencio, y señalaran que Televisa invitaba a sus actrices a cenas para tener relaciones sexuales con publicistas y las promocionaba en un catálogo a sus ejecutivos a cambio de grandes sumas de dinero. De esta manera surgió #Metoo en México, replicándose en una cantidad importante de cuentas de Twitter como @MeTooCineMx, @MeTooFotografos, @MeTooEmpresario, @MeTooPoliticos entre muchas más.
Una de estas denuncias, surgida en México, motivó una investigación contra Plácido Domingo, que concluyó con que el tenor; acosó sexualmente a mujeres y abusó de su poder. Placido, aceptó la responsabilidad de las acusaciones y pidió perdón por “el dolor” que causó, algo por demás insuficiente; lo que está calificado como un delito, quedó en total impunidad.
Una denuncia anónima de acoso a una menor, que se realizó con #MeeToMusicosMexicanos finalizó con la vida de Vega Gil, uno de los fundadores del grupo “Botellita de Jerez” quien optó por el suicidio, en una carta póstuma, aseguró en varias ocasiones que la acusación era falsa. Sin embargo, dice: “Mi vida está detenida, no hay salida”. Y agrega: “La única salida que veo frente a mí es el suicidio, así que me decido por ella”, al final de su misiva, dice que lo que menos quiere es que su hijo se vea afectado por “la falsa acusación” que se le hizo. Y termina diciendo “Más vale un final terrible que un terror que no tiene final”.
El viernes pasado, en esta ciudad capital el conocido maestro universitario, Armando Peyro se quita la vida después de haber sido señalado de acoso en uno de los tendederos.
Acoso, hostigamiento, violaciones, y todos los delitos de tipo sexual, están generando miles de víctimas, donde también, se debe incluir aunque sean los menos… a los acusados injustamente.
A Ivana Soto y su familia todo mi apoyo y solidaridad, la justicia divina y de los hombres deberá llegar.
