Desde el año 2000, cuando Vicente Fox ganó la presidencia de la República, comenzó el declive del llamado partido de Estado. Y si bien Fox Quesada no logró ponerle el último clavo al ataúd del PRI, sí pudo causarle una herida que hasta el día de hoy no ha logrado recuperarse. Ironías de la vida: hoy van juntos aquí en Durango para evitar que MORENA llegue al Bicentenario, y es un hecho que en 2024 irán juntos para sacar de Palacio Nacional a la 4T. Pero esas dos historias están por escribirse, y ya veremos si yendo juntos logran sus propósitos. Por lo pronto, Durango está considerado un estado donde la pelea por la gobernatura no se ve como se pueda definir, será una elección muy cerrada, no importa lo que digan las encuestas pagadas.
Pero también los municipios de Durango y Gómez Palacio podrían definir la elección, tema que no se puede pasar por alto. ¡Qué cosas tiene la vida, Mariana! Toño Ochoa era apenas un adolescente, cuando Gonzalo Yáñez era presidente municipal de Durango. Fueron los tiempos dorados del Comité De Defensa Popular. En aquel entonces, Gonzalo, Marcos y Juan Cruz, Gustavo Pedro Cortez, entre otros, tomaron por asalto nuestra callada y tranquila ciudad colonial. Por cierto, ninguno de ellos nació en Durango, con el tiempo adquirieron su residencia para poder participar en procesos electorales hasta nuestros días.
Después de muchos años, Gonzalo intenta por segunda vez repetir como presidente municipal. Pero este Gonzalo ya no es, por mucho, el Gonzalo de aquellos años, con el tiempo probó las mieles del poder, conoció sus laberintos, pero ahora es un político millonario que lo que menos le importa es “transformar” Durango. Si hoy Gonzalo es de nuevo candidato a la presidencia municipal, es gracias a que tuvo la audacia política de saber que él no sería el candidato al gobierno del Estado, y hábilmente tuvo acuerdos con Marina Vitela, porque supo leer a tiempo cuando López Obrador le alzó la mano en una de sus visitas a Gómez Palacio. Así que su candidatura se la debe a la candidata de MORENA y no a su pasado como luchador social. Esos son los tiempos que se fueron.
La otra cara de la moneda se llama Toño Ochoa, el candidato a la presidencia municipal de la alianza Va Por Durango. Ochoa Rodríguez forma parte de una generación de panistas que de alguna manera son herederos del hoy expanista Rodolfo Elizondo Torres, quien pasó a la historia por ser el primer presidente de ese partido. Después siguió Jorge Salum del Palacio, y ahora Toño quiere convertirse en el tercer presidente municipal del PAN. Hasta el día de hoy, a Toño no le ha ido nada mal en su carrera política, ha sido ganador como diputado local, entre otras cosas. Toño se enfrenta a un candidato perdedor, en varias ocasiones ha sido derrotado, y si en este momento es senador de la República, que le dé las gracias a Andrés Manuel López Obrador, el presidente más votado de la historia.
¿Qué pasó? Volvemos a insistir: la alianza Juntos Haremos Historia, se equivocó de candidato y eso le podría facilitar las cosas a Toño Ochoa. Nacho Aguado y Sandra Amaya, por muchas razones, pudieron ser más competitivos frente al panista, en el pecado podrían llevar la penitencia. Lo interesante de Toño Ochoa y Gonzalo es que veremos frente a frente a dos corredores: el del PT, llamado el de la muerte, y el de las palomitas blancas vestidas de azul. Hay una gran diferencia: el llamado corredor de la muerte hace ya mucho que no funciona y el corredor azul no ha dejado de hacerlo.
