Desde el inicio del buen gobierno del Licenciado Andrés Manuel López Obrador, llamó poderosamente la atención que el Licenciado Cesar Yáñez Centeno no ocupara la Coordinación General de Comunicación Social y Vocería del Gobierno de la República. Los argüenderos que se dedican a fabricar chismes y a inventar historias, de inmediato sacaron sus propias conclusiones, afirmando que el motivo fue haberse casado y celebrar su matrimonio con una fiesta suntuosa. Absolutamente nadie mencionó otro motivo que no fuera ese, como si Yáñez Centeno careciera de atributos que le impidieran ocupar tal responsabilidad, para la cual, por cierto, está más que preparado, pues tal vez sea el único que pueda elaborar un boletín de prensa relacionado con las actividades o declaraciones de López Obrador, sin necesidad de que el AMLO se lo revise. No por nada apoyó en las campañas presidenciales de 2006, 2012 y 2018, fungiendo como vocero presidencial, manejando la operación de precampaña, manejo de redes sociales, logística de eventos y mensajes políticos. Así de ese tamaño es la confianza, amistad, gratitud y aprecio, que le tiene el Presidente López Obrador a Cesar Yáñez, de manera que el asunto de la boda se convirtió en un chisme de revista de espectáculos, ya que al Presidente no le interesan ni le da seguimiento a ese tipo de frivolidades. La decisión de Andrés Manuel López Obrador de nombrar a César Yáñez como subsecretario de Gobernación encargado del Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Segob, obedece a la necesidad de buscar mejores entendimientos, acuerdos y diálogo permanente con las diferentes Iglesias y religiones que confluyen en el país, y quien mejor que un hombre que tiene el talento y el talante para sacar adelante la encomienda. Prueba de ello que, a unos días de asumir su nueva responsabilidad, La Conferencia del Episcopado Mexicano convocó a una jornada de oración por la paz y construcción de un camino de justicia y reconciliación nacional, llamado que el Presidente celebró mencionando que es en ese tono, y no el de la confrontación, es como mejor se puede llegar a encontrar soluciones. En esta nueva postura de la Iglesia, se puede apreciar el trabajo fino y eficaz del nuevo subsecretario, que desde los primeros días cumple con su cometido. Incluso las actividades del Licenciado Adán Augusto López tienen otro aspecto, ya que como nunca atiende con alto grado de eficacia los reclamos de la población, demostrando con ello ser un político sensible y ejecutivo que tiene en Cesar Yáñez quien lo asesore, lo guie y le cuide las espaldas. Hace unos días el gobernador electo de Durango acudió a las oficinas del nuevo Subsecretario, pues más allá de las afinidades partidistas, Esteban Villegas Villarreal pretende construir una positiva y provechosa relación con el Gobierno Federal, pues le queda claro que la cercanía con el Presidente de la República es indispensable para poder afrontar los retos que hoy presenta Durango. La participación ciudadana está naturalmente ligada a la democracia por ser ésta la principal forma de gobierno que se sustenta en el diálogo e interacción entre los ciudadanos y los asuntos del Estado. La inclusión del colimense en la subsecretaria de Gobernación, garantiza resultados inmediatos, demostrando con ello que César Yáñez no está de regreso, en realidad nunca se ha ido.
