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POBRE INGENIERO MOJICA, LE TOCÓ BAILAR CON LAS MÁS FEA

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Antiguamente y todavía en la actualidad, en las fiestas de los pueblos rurales se organizaban bailes, y los muchachos sacaban a bailar a las muchachas empezando por las más guapas, quedando siempre las menos bonitas para el final. La expresión bailar con la más fea, se aplica cuando a alguien le corresponde realizar una tarea o tomar una decisión muy incómoda o difícil, estando obligado para ello. Es cuando a alguien le toca resolver una situación desagradable o de difícil manejo y gestión.Otro significado hace referencia a la mala suerte de tener que sobrellevar la peor parte de una situación. Se podrían citar dos o tres definiciones más, incluso algunos ejemplos, pero con los anteriores es más que suficiente para ilustrar que desde el 20 de diciembre del año pasado en que el Ingeniero Jorge Mojica Vargas se hizo cargo Secretaría General de Gobierno, su chamba ha consistido en dar la cara ante los interminables problemas que enfrenta el desgobierno de José Aispuro Torres, esto a unos cuantos días de que termine su infame administración. Cuando el futuro exgobernador le tomó protesta al Ingeniero Mojica, mencionó que le confería el cargo debido al conocimiento de la realidad social, política y económica del estado, y por tener la sensibilidad y compromiso con Durango, lo cual es absolutamente cierto. El asunto de la amenaza de su jefe a un periodista se convirtió en nota nacional, por el asesinato del joven pasante de medicina se tomaron instalaciones y de nuevo fue una desagradable nota nacional que apareció en el noticiero de Ciro Gómez Leyva, los sindicalizados de los tres poderes se inconformaron tomando oficinas, los maestros, los proveedores que no reciben su pago, el puente interminable y sobrevaluado que nunca fue aceptado por los durangueses, los empresarios textileros que exigen saber dónde quedó el dinero de los uniformes, el anuncio de que en la fiscalía no hay gasolina ni para un gallito, los regidores capitalinos que protestan porque Durango no recibe sus participaciones cuando la federación ya hizo el deposito. Más de una decena de alcaldes cobrando como si fueran aboneros y, por si fuera poco, el rector de la Universidad Juárez del Estado de Durango exigiendo se le entreguen a la UJED más de 300 millones que el amigo del ingeniero Mojica jineteó. El Secretario General de Gobierno se acuesta pensando en el plantón o la exigencia del día siguiente, mientras que el pusilánime de su jefe se la pasa dando aburridas e intrascendentes ruedas de prensa que a nadie le interesan y nadie toma en cuenta. Nadie obliga al Ingeniero Mojica a estar lidiando con el basurero y mal gobierno que ocasionó su jefe, si aceptó bailar con la más fea es porque simple y sencillamente para el Ingeniero, el valor de la amistad está por encima de todo, porque ni modo que el Ingeniero Mojica sea masoquista y le guste lidiar con problemas que él no causó y de los cuales no es culpable. Resulta que el nombre y la reputación del amigo Pepe comenzaron a irse para abajo debido acusaciones relacionadas con su actuación como Gobernador del Estado. Conforme los señalamientos y criticas iban creciendo, algunos de los que Pepe creía sus amigos empezaron a distanciarse por si acaso los rumores resultaban ser ciertos. Al darse cuenta que ya no podía confiar en nadie, el amigo Pepe se fue encerrando en una especie de “coraza” de desaliento, depresión y lástima de sí mismo. Los problemas de Pepe también resultaron ser un dilema para su amigo. Sabía que, si se ponía de su lado, también sería objeto de críticas y señalamientos. Después de meditar en lo que hacen los buenos amigos, finalmente decidió solidarizarse con Pepe y defenderlo y apoyarlo. Estaba consciente que podía arriesgar su trayectoria política y buen nombre, pero también sabía que su amistad con Pepe era más importante para él. Es imposible dejar de preguntarse por qué el Ingeniero Mojica aceptó bailar con las más fea cuando no tenía ninguna necesidad, su experiencia y capacidad dan para mucho más que para andar dando la cara de un día sí y el otro también, por culpa del peor gobernador en la historia contemporánea de Durango. Desde un principio su postura debió haber sido la siguiente: No, no y no Pepe. Me niego a hacerme cargo otra vez de tareas tan desagradables. Si algo sale mal, lo cual ya se hizo una costumbre, me corresponde a mí hacer la parte más difícil o delicada mientras que el Totoy no resuelve nada, parece florero y, si algo sale mal, me echan a mí toda la culpa y tú te escapas de que te exijan responsabilidades. ¡Acepté bailar con la más fea por el aprecio y amistad que nos une de muchos años atrás! Alguien podrá decir ¡Apa amiguitos! Ojalá que Pepe jamás olvide la lealtad ni la bondad de su amigo.

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