El gobierno de Esteban Villegas, que no tiene ni una semana, se acaba de apuntar otro punto a favor con la detención de quién se identificó como la Secretaria Técnica de la Subdirección de Egresos en la administración de José Aispuro Torres, quien fue sorprendida infraganti en el robo de alrededor de un millón 600 mil pesos en efectivo y documentación oficial de dicha dependencia, en un día inhábil y ya cuando su cargo había dejado de ser efectivo, pero que además, parece haber dicho (o por lo menos así se manejó) que se lo llevaba a otro exfuncionario.
Era un sentir popular o una sospecha social que el gobierno de Aispuro estaba en quiebra porque se estaban robando los recursos públicos, pero está acción lo confirma, por lo menos en cierto grado, porque sigue bajo investigación qué le pasó a millones de pesos de ingresos estatales y participaciones federales que nunca llegaron a su destino; ahora le toca a Esteban y sus funcionarios hacer las investigaciones pertinentes y poner tras las rejas a los responsables, apoyados por la Auditoría Superior de la Federación, porque, cómo ya lo dije, el saqueo desmesurado del gobierno anterior incluyó dinero federal.
Es buena señal que la era de Villegas al frente del estado inicie con rescates financieros y detenciones de quienes desfalcaron al estado, pero ojalá que todo esto llegue hasta el fin que la ciudadanía espera, haciendo justicia y castigando a los responsables, sean quienes sean.
Por otro lado, Antonio Ochoa, alcalde capitalino, ha hecho lo propio, ya que arrancó su administración con la difícil prueba que le impuso la situación climática, atendiendo él mismo, junto a su equipo y la Dirección Municipal de Protección Civil, las inundaciones que afectaron a ciudadanos de diferentes colonias y comunidades, poniendo el ejemplo y buscando el modo de apoyar ante los estragos que dejaron las lluvias intensas; así mismo, tuvo que llegar a poner orden en las finanzas, dónde está claro que su antecesor, Jorge Salum, no incurrió en desfalcos, porque tuvo que echar mano de cada centavo para hacer funcionar el ayuntamiento, por la sencilla razón de que el aispuriato le desapareció las participaciones federales, y Toño está brindando un apoyo a los ciudadanos para ponerse al corriente en pagos de multas y otros conceptos con el programa “Ahorra es cuando” y con ello también logrará captar fondos para su administración.
La situación que dejó el gobierno de Aispuro al nuevo Gobernador y todos los alcaldes es crítica, pero Esteban y Toño están haciendo lo propio para resolverlo y rendir buenas cuentas a los duranguenses en el corto plazo, porque algo que no pueden permitirse es que se vuelva a paralizar el estado como en las últimas semanas del exmandatario, algo que nunca había pasado en la historia moderna, cerrando su sexenio de la peor manera y con eso es con lo que será recordado.
