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¿Bernardo, el fiel de la balanza?

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Al PAN no le queda otra cosa: estira o se ahorca. En una ocasión, platicando con Juan Quiñones Ruiz le preguntamos la razón por la cual se peleaban por la presidencia del PAN estatal, y nos contestó: es por el sueldo. Agregó, son 60 mil pesos de sueldo y otros 60 mil para viáticos. No sabemos si en la actualidad el presidente o presidenta del PAN perciben esa cantidad, pero si así fuera, sería una tristeza. En este momento, este partido local no puede darse el lujo de pelearse por un sueldo, deberían sacar provecho de la crisis que les heredó el gobierno de la alternancia. 

Según se sabe, la disputa por la presidencia estatal del PAN se da entre los llamados aispuristas y los panistas de abolengo. Para ser más claros: entre neopanistas, aispuristas, expriistas y los llamados panistas “químicamente puros”. Mario Salazar, el importado de Jalisco, con carrera política en aquel estado, se dice que es el candidato de Aispuro. Al otro, Gerardo Galaviz, quien hace poco dio “el grito de independencia” en el Congreso del Estado, también se le identifica con esa corriente. Y aunque usted no lo crea, el candidato del presidente municipal Toño Ochoa es Bernardo Loera, panista de toda la vida.

Bernardo Loera tiene carrera política y administrativa como militante del PAN. También se comenta que es una pieza en el tablero del ajedrez en esta sucesión, y puede inclinar el fiel de la balanza a favor o en contra de Salazar o Galaviz. Pero lo más importante, a ese alfil lo puso Toño Ochoa en su calidad de líder político y moral de los panistas en este momento. ¿Qué será mejor para las palomitas blancas vestidas de azul en esta elección? ¿Ir a una elección abierta o candidato de unidad? Como dijo el clásico: allá ellos. Como no está el horno para bollos, los panistas deberían llegar con un candidato de unidad, de lo contrario, los intereses de grupos y de poder al interior del PAN podrían tener sus consecuencias.

Si se analizan de manera fría los resultados de la pasada elección, las cúpulas del panismo local deberían de ver que son la tercera fuerza política del Estado. La elección ya pasó, el PRI fue el gran ganador gracias al apoyo del PAN. Y en el futuro si vuelven a hacer alianzas puede pasar lo mismo, el priismo local resultaría el vencedor. Cualquier partido político, incluyendo al PRI, debería pensar que no es lo mismo ganar en una alianza que ganar solos. Por ejemplo, hoy vemos que la alianza de facto ha obligado a Esteban Villegas Villareal y a Toño Ochoa a ceder puestos en sus respectivos gabinetes.

Parafraseando al clásico, solo el PAN puede salvar al PAN. Sería un suicidio político solo el pensar que desde el Bicentenario se pudiera dar línea en esta elección. Si bien es cierto, como algunos comentan, que el PAN en su momento adoptó a Esteban Villegas Villareal, esa es otra historia. Un partido sin su líder moral está perdido. Parafraseando al refrán: más vale un PAN en la mano, que ver cientos de priistas volar.

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