Lejos quedaron esos tiempos aciagos, donde el entonces titular del poder ejecutivo: Rosas Aispuro, afirmaba de forma falaz; AMLO, no quiere a Durango. Un discurso por demás tramposo, para tratar de justificar sus desvíos. Donde también sus correligionarios fueron engañados, ya que afirmaban de forma unísona y errónea, que a Durango no estaban llegando las participaciones federales destinadas a los municipios, y por ello sería un disparate pensar en la posibilidad de recibir algún recurso extraordinario. Fue hasta la llegada de Esteban Villegas, a la primera magistratura del Estado, que nos enteramos de forma fehaciente que las participaciones municipales, siempre llegaron en tiempo y forma, además que solo un año, no se recibieron recursos extraordinarios, los cuales se suspendieron debido a que los mil trescientos millones, que se recibieron con anterioridad por concepto de participaciones extraordinarias, también se desviaron.
Me cuento entre los que afirmaba; que la falta de obras en la Capital, era debido a la vocación municipalista de Aispuro, pero que: en los otros 38 municipios, si existía trabajo. “Craso error”; fue una simulación sexenal, pues todo el estado careció de obra pública, y la poca que se inició mayoritariamente, quedó inconclusa. Todos los municipios quedaron endeudados y algunos, con una cantidad de hoyancos, físicos y financieros que parecen un campo minado.
El desgobierno de Aispuro, dejó una deuda en el ayuntamiento capitalino, cercana a los 500 millones de pesos, por lo que el alcalde Toño Ochoa, estudia la forma de interponer una denuncia por el desvío de estos recursos, que “huelga decir”, pertenecen a todos los duranguenses. Y es que de ninguna forma se podría solicitar el pago de este adeudo a la nueva administración, ya que este dinero si salió de las arcas de gobierno estatal, pero tampoco a la federación, pues es un recurso que ya fue enviado, aunque se encuentre en el limbo financiero. Sería muy acertado que las otras 38 administraciones municipales, emularan la acción del alcalde capitalino, pues la suma de desvíos en este rubro supera los mil quinientos millones de pesos. Algo contradictorio a la constante afirmación de Aispuro, de ser “un gobernador municipalista”, cuando en realidad fue tan solo un gobernador, que desviaba los recursos municipales.
Desafortunadamente para todos los duranguenses, esto es tan solo la punta del Iceberg, pues según se ha informado no existe una secretaría, o dirección del gobierno pasado donde se hayan manejado recursos, que en mayor o menor medida no existan desvíos. Siendo la Secretaría de Educación de Durango (SEED) la que mayores recursos maneja, y según informó su titular: Guillermo Adame, se encuentra en quiebra, por acciones como; no entregar los recursos que cada quincena, descontaban a más de 15 mil maestros, esto entre muchas ilegalidades más.
Pero “no hay fecha que no se llegue, y plazo que no se cumpla” y el próximo día 15 terminarán los 60 días hábiles que marca la ley, para finalizar el proceso de entrega recepción. Con el se sabrá de forma más certera, a cuánto asciende el total del boquete financiero, que según se especula, puede ser alrededor de 30 mil millones de pesos. También ese día vence el plazo para que los titulares de secretarias y direcciones que estén obligados, acudan a firmar el documento de entrega recepción. Pero por supuesto que algunos no acudirán, como pueden ser los ex funcionarios que ya son buscados hasta por la Interpol, según lo detalla el semanario Proceso. Además ya se podrá enterar de los desvíos, a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) puesto que la mayor parte de los ingresos de Durango, provienen de la Federación.
La frase de campaña de Aispuro fue: “El que la hace la paga”, y esta deberá cristalizarse en los latrocinios cometidos en su sexenio.
