Sentados a la mesa de la 4T, las corcholatas pensaban que disfrutarían de un gran festín en el 2024, solo que el Chef de Palacio Nacional, cambió el menú inesperadamente. Dio de entremés, unas ricas gelatinas y deliciosos tamales preparados por la “Señora X”, los cuales subieron de valor de forma repentina, en parte, gracias a la promoción del tabasqueño. Unas corcholatas, ni caso le hicieron; otras sufrieron de indigestión por el sabor “aspiracionista”, y a otras más, les sonaron las tripas por el hambre de poder. El Ambiente Político de la 4T, se tornó amargo sin necesidad alguna, puesto que las encuestas les dan una cómoda ventaja, sin embargo, las diferencias y sinsabores, amenazan con hacer vida en ellos aquel viejo y conocido refrán: del plato a la boca, se cae la sopa.
Marcelo Ebrard se quejó que le querían servir “manita de puerco” para dejarlo fuera de la contienda. Asegura que la dirigencia nacional, no ha cumplido los acuerdos que establecían las mismas porciones en cada plato de la justa interna. Denunció que la Secretaría del Bienestar ha enviado a sus servidores, con manjares suculentos para deleitar el paladar de Claudia Sheinbaum y sus seguidores, diciéndoles a los comensales que la instrucción de Palacio Nacional, va en el sentido de dejarle bien servida la mesa a Sheinbaum Pardo. Señaló acarreos en cada banquete y un derroche inmisericorde de recursos, incluyendo la paga de encuestas con demasiado “Royal”, que se veían sumamente esponjadas. El excanciller se quejó amargamente de una campaña con pimienta “negra” hacia él y su familia. Marcelo manifestó que solo había de dos sopas: él y Claudia, y exigió a la dirigencia de MORENA poner a fuego lento todos esos ataques, y que ya no le hagan de chivo los tamales, porque el prefiere de los de chipilín.
Claudia Sheinbaum no le dio ni un sorbo a la queja de Marcelo. Negó rotundamente cada señalamiento e invitó a privilegiar la unidad, dándole su lugar en la mesa a cada corcholata, pues vio que Ebrard está muy decidido a jalar el mantel, para quebrar toda la vajilla cuatroteísta. De acuerdo con el equipo de Sheinbaum, en la víspera de que se realicen las encuestas, es imposible revertir la tendencia. Para Gerardo Fernández Noroña, Ebrard se pasó de tueste; se vio prepotente y arrogante, le puso mucha salsa a sus tacos al excluir de la pugna interna a cuatro de los seis aspirantes, como si sus chicharrones fueran los únicos que tronaran. Adán Augusto López, nuevamente dio muestra de madurez. La postura de Marcelo, para el “hermano” de Andrés Manuel, fue una falta de respeto, y le recomendó condimentar su proyecto con serenidad y paciencia, puesto que los verdaderos rivales están enfrente, o mejor dicho, en el Frente.
Ricardo Monreal, solicitó a la dirigencia atender la denuncia de Ebrard, a fin de conservar la unidad en el movimiento. Para el zacatecano, si se les están quemando los frijoles, de una vez que les echen más agua, al cabo, él está saboreando una buena birria, ya que, al igual que Manuel Velasco, no tiene nada que perder, y si muchos platillos que negociar, porque, ciertamente, la candidatura presidencial es el plato fuerte, pero en el bufet del 2024, hay 9 sabrosas gubernaturas; un manjar de senadurías; una buena parrillada de diputaciones federales y locales, así que él está tranquilo, mientras otros se pelean la candidatura presidencial, al fin y al cabo, del plato a la boca, se cae la sopa.
