Hace algunos años, en mis primeras visitas a la ciudad de Parral, me di cuenta que en las intersecciones donde no había semáforos, los conductores le daban el pase a un vehículo para después pasar ellos, es decir existe la cultura de pasar uno y uno. Ninguno conductor de los que van atrás, le tocan el claxon o apuran al que da el pase. Es algo muy cotidiano, los mismo sucede en todas las calles de las ciudades del estado de Chihuahua. Igualmente, en la esquina de las calles donde no hay semáforo, el peatón cruza y el vehículo se detiene, ni siquiera el transeúnte voltea a ver, pues el conductor sabe que tiene que detenerse, es una cultura. Uno de los objetivos de Toño Ochoa consiste en chulear la ciudad, lo cual ha estado consiguiendo con una serie de programas y proyectos que los ciudadanos ven con buenos ojos, pues en muchísimos años un alcalde no tenía tanta empatía con el entorno urbano y con la ciudadanía como la ha venido haciendo Toño Ochoa. Para alcanzar el objetivo de chulear la ciudad, es necesario también implementar programas dirigidos a los ciudadanos que fortalezcan la civilidad y cultura vial en la ciudad. En este sentido, el presidente municipal Antonio Ochoa Rodríguez, mencionó que, un acto de cortesía, como otorgar el paso, puede evitar un choque, atropellamiento u otro incidente vial. La dinámica se genera en los puntos del cruce instalando señalamientos con la leyenda: “Alto. Uno y uno”. De esa manera se crea una cultura vial en la que los conductores ceden el paso a los vehículos, peatones y ciclistas. Estas medidas deben permear en cualquier crucero donde no exista algún dispositivo de control y que las características de las calles lo permitan. El darse el uno y uno disminuye el tiempo de espera, pues con esta medida se comprueba que a veces se genera más tráfico cuando esperas la señal de un semáforo o el uso de la preferencia. Es de mencionar que el sistema “uno y uno” ya se implementa en varias zonas de la ciudad, siendo uno de los casos más identificados el del fraccionamiento Real del Mezquital. No se necesita ser un sabio o un iluminado para entender que es importante generar cultura vial, ya que actualmente los diseños que se están desarrollando a nivel mundial sobre esquema urbano, establecen mayor dinamismo en todos los aspectos. Por ejemplo, si alguien circula por calle Juárez de sur a norte a las tres de la tarde, al llegar a Gómez Palacio tiene que esperar a que pasen diez o más carros de poniente a oriente, para que al fin le toque pasar al que circula por la de Juárez… es el sistema de llevar preferencia. Por más que el Municipio invierta en infraestructura para los peatones, si no existe una cultura vial por parte de los automovilistas, no vamos a llegar absolutamente a ningún lado. A tan solo unos días de poner en práctica el programa uno por uno, la ciudad de Durango ha innovado en materia de vialidad. Los también llamados cruceros de cortesía, contribuyen a que se dé una mejor coordinación entre los ciudadanos al interactuar en la vía pública. Cruceros Seguros, en conjunto con los programas que le han dado otro rostro a la ciudad y nuevas esperanzas a la ciudadanía, son iniciativas del Gobierno Municipal de Durango que encabeza el dinámico Toño Ochoa para trabajar por un esquema de movilidad sustentable y respetuoso para los peatones, ciclistas y automovilistas. La cultura vial también es primordial para el gobierno municipal de Durango que encabeza el Presidente Antonio Ochoa, porque además de ser una herramienta para un mejor tránsito en la capital, es una forma en la que las y los conductores pueden generar conciencia sobre cuestiones viales. En este sentido alternarse el paso en las calles donde no exista semáforo y el tránsito sea copioso, el “uno – uno” será una nueva regla de vialidad, y así aumentar la tranquilidad y la cultura vial en las familias duranguenses.
