Para el Presidente Andrés Manuel López Obrador la entrega del “timón” a Claudia Sheinbaum, podría dejar de ser “tersa” como él había pronosticado, sobre todo en el tema de seguridad, pues los hechos ocurridos a finales de la semana pasada con la aprehensión de Ismael Zambada le dejará un escenario nada sencillo de abordar por varias razones. De entrada porque el Gobierno de México nunca estuvo enterado y ni mucho menos tuvo participación en dicha captura, lo que deja en mala posición al Ejecutivo Federal ante las estrategias que implementó Estados Unidos para esta acción.
Si bien la información ha sido imprecisa por parte de la autoridad mexicana, el tema es que López Obrador está a prácticamente dos meses de dejar el cargo, y Claudia Sheinbaum tendrá que definir, junto a su equipo encabezado por Omar García Harfuch y con los próximos secretario de la Defensa y de la Marina, cuál será la manera de trabajar coordinadamente con el gobierno estadounidense, independientemente de quien llegue a la Casa Blanca, porque tanto demócratas como republicanos han fijado su postura de terminar con el tráfico de drogas hacia ese país. La ex jefa de gobierno de la CDMX tendrá que definir su postura en torno al combate a estas acciones.
Relación.
Esto también podría poner en “vilo” la relación bilateral entre México y Estados Unidos, pues además de conocer si en verdad vinieron por él y se manejó que lo habían detenido en Texas, también el hecho de que no se le avisara al gobierno mexicano de la operación habla de la poca confianza que los “vecinos” le tienen a la administración de López Obrador, y será determinante si esa tendencia se mantendrá durante el gobierno de Claudia Sheinbaum. Según la periodista Anabel Hernández el hecho de que no se le haya comunicado a las autoridades de nuestro país, fue precisamente para evitar que la información se filtrara y el operativo fuera a fracasar como ha pasado en otras ocasiones.
Control.
Con esto también queda de manifiesto que López Obrador no tiene todo “bajo control”, pues si bien tiene en sus manos la agenda política, social, electoral, administrativo y todo lo que implica ser el Jefe del Ejecutivo, esto demuestra que sí hay cosas que se salen de sus “manos”, por ende se pierde el control. El tema de seguridad no solo involucra a México, ya quedó de manifiesto que mientras aquí no se atienda el asunto que le perjudica a Estados Unidos, serán ellos mismos quienes tomen las decisiones, por eso es importante conocer los alcances y reacciones que esta detención tendrá. El tabasqueño deberá ceder este control a Claudia Sheinbaum pero con todo lo que ello implica en la relación con el gobierno vecino.
Secretarios.
Parte de los nombramientos que no ha hecho la virtual Presidenta electa, Claudia Sheinbaum, son precisamente quienes serán los encargados de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina; no sabemos si estos hechos de la semana pasada vayan a influir en la decisión de la próxima Jefa del Ejecutivo, pues si bien ni siquiera ha dado una “pista” de quiénes podrían ocupar estos importantes cargos, me parece que todo podría estar cambiando de momento en momento, pues estas dos posiciones son determinantes en cuanto a las políticas públicas que implementará en materia de combate al crimen organizado, si seguirá la misma postura de “abrazos y no balazos” o le dará un giro.
Reuniones.
Si algo ha presumido López Obrador a lo largo de estos casi seis años de su gobierno, es la reunión matutina que tiene en materia de seguridad, asegurando que ningún presidente de México lo había hecho, pero ante lo ocurrido la semana pasada vuelve a surgir el cuestionamiento, ¿qué ha cambiado en esta materia en nuestro país por estas reuniones?, me parece que en nada, pues se muestra una vez más que esta administración está rebasada ante los intereses de nuestro vecino. Así de simple.