A solo una semana de que Andrés Manuel López Obrador concluya su mandato, se discute en el Ambiente Político lo que habrá de heredarle a su sucesora, Claudia Sheinbaum Pardo. Es indudable que el tabasqueño cerrará su ciclo en medio de una alta popularidad, con un Movimiento de Regeneración Nacional renovado y fortalecido, con una dirigencia nacional que encarna el famoso “cambio generacional” en la persona de Luisa María Alcalde. En contraste, una oposición con marcada división interna, que trata de levantarse de entre los escombros electorales, con la esperanza de construir un verdadero contrapeso. Enumeremos entonces, solo 5 herencias de las más importantes que le dejará AMLO a Sheinbaum, y de paso, señalemos algunas de sus incoherencias, puesto que, al final de cuentas, serán también parte de esa herencia.
Quizás lo principal que habrá de heredar serán los programas sociales. Ningún mortal de la tercera edad en el territorio nacional, se queja del “dinerito” que les llega gracias a su “cabecita de algodón”. Elevarlos a rango constitucional, fue el gran acierto de López Obrador, a tal grado que su defensa, se convirtió en la principal bandera de campaña. Por mucho que se critiquen las obras del gobierno del todavía presidente de la República, tales como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, el AIFA, el Tren Interoceánico, el acueducto El Cuchillo II en Monterrey; Agua Saludable para la Laguna, entre otras, el grueso de la población reconoce el esfuerzo de la 4T por llevar el desarrollo a las diferentes regiones de México, sin embargo, una de las principales incoherencias, es que la mayoría de estas obras, en realidad se concentraron en el sur de nuestro país, y paradójicamente, “tronaron” a la industria de la construcción, mientras fue floreciendo el Ejército en este importante rubro.
La tercera herencia que deja el tabasqueño, es la llegada de la primera mujer a la presidencia de la República. Andrés Manuel López Obrador será recordado por haber cedido el “bastón de mando” a Claudia Sheinbaum, un movimiento en el tablero del ajedrez del Ambiente Político, que puso en jaque incluso, a varios liderazgos morenistas, a quienes poco a poco “les ha caído el veinte”, de que las decisiones de este gran país, ahora las tomará una mujer, con un impacto enorme, que por el solo hecho de asumir el cargo, modificará la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, concebida desde sus orígenes, para un presidente y no para una presidenta. Y, hablando de temas constitucionales, otra herencia es la polémica Reforma al Poder Judicial, aquel al que dijo en el nacimiento de su sexenio, respetar de forma incondicional, y terminó por transformarlo en algo muy diferente a lo que fue hasta hace unas semanas.
La quinta herencia será la Reforma a la Guardia Nacional, tan llena de controversia como la Judicial. Las críticas de Andrés Manuel en tiempos de Calderón, por la presencia del Ejército en las calles, son absolutamente contrarias a la defensa de este cambio constitucional. Las pancartas que gritaban “no a la militarización”, han quedado reducidas al recuerdo de las redes sociales, que no logran explicar esa incoherencia. Desde luego, habrá mucho más en el legado de AMLO, lo cual ha quedado grabado en cada Mañanera, solo que, para fines de este análisis, con eso es suficiente, pues a partir del 1ro de octubre, la presidenta Sheinbaum, va a gobernar con esas 5 herencias, y también enfrentará las consecuencias, de las incoherencias.