Hace poco en el Teatro Victoria, uno de los más hermosos de México, se presentó la obra de teatro “La Tristeza”, del autor ruso Antón Chéjov. Fue gracias al colectivo Cuerda Floja y sus actores de primer nivel, quienes le dieron vida a la adaptación libre que hizo del cuento José Ángel Soto Favela, quien también se encargó de la dirección. Decíamos que esta puesta en escena es un garbanzo de a libra porque importantes obras de teatro como “La Tristeza” no es común que se logren. A pesar de los esfuerzos que se hacen,no se ha logrado tener un teatro de calidad en Durango.
“La Tristeza” es un cuento que se puede leer en tan solo siete minutos, y gracias a la adaptación de José Ángel Soto, en una hora podemos ver la indiferencia del ser humano ante la tristeza o el dolor de otro. En los diálogos que tienen que ver con los personajes que interactúan con el cochero Yonna,se ve también que, al pretender narrarles su dolor por la muerte de su hijo, es tal su indiferencia que termina en una especie de monólogo, al no ser escuchado. “La Tristeza” nos plantea y nos enfrenta a una realidad que como seres humanos y como sociedad vivimos todos los días: cada vez importa menos el dolor de los otros y hemos perdido la capacidad de escuchar a quienes intentan contarnos sus tristezas.
Víctor Hugo Galván, con más de 40 años dedicados al teatro, y quien ha hecho suyo el personaje del monólogo “El Hombre de la Rata”, en “La Tristeza”, bajo la dirección de José Ángel Soto Favela demuestra su plena madurez como actor y pudo sacar adelante el personaje de Yonna. Se puede decir que José Ángel escogió muy bien a Víctor Hugo Galván para darle el papel principal de la obra. El éxito de esta puesta en escena solo se pudo lograr gracias a todos los integrantes del colectivo Cuerda Floja. Por la complejidad que pudo representar su adaptación, el éxito es de todos, director y actores que contribuyeron a darle vida al cuento de Antón Chéjov.
Aparte de Víctor Hugo Galván Ortega, participan Anna Laura Herrera, Alejandro Muñoz Silva y Andrey Galván Farías. La obra tuvo mucho éxito en la corta temporada que se presentó en el teatro Victoria. Debido a ello, nos hemos enterado de que se presentará en el marco del Festival Revueltas. Si queremos encontrar respuestas a la insensibilidad y la indiferencia del ser humano o la condición humana en nuestros días, no deje de verla. Le podemos asegurar que será testigo de la clase de actores y directores de teatro que tenemos en Durango.
Si asiste a ver la obra, usted será, sin duda, quien tenga la mejor opinión. Le podrá recordar por ejemplo frases como: “el hombre es el lobo del hombre”, o “entre más conozco a los hombres, más quiero a mi perro”. La obra nos hará reflexionar sobre si ya perdimos la capacidad frente al dolor de los demás. Alerta de spoiler: Yonna al final encuentra el consuelo a su tristeza contándole la pena de la muerte de su hijo al caballo que todas las noches jala su carruaje. Ningún pasajero quiso escuchar su tristeza, solo su fiel caballo. La moraleja es: podemos encontrar más consuelo en un animal que en un ser humano. Peroesto es solo una pequeña parte de lo que puede ver en toda la obra.