8 de marzo de 2025, Día Internacional de la Mujer. Este día no se trata de flores ni felicitaciones. No es un “feliz día” ni una celebración. Es un día de lucha, de memoria y de exigencia.
Miles de niñas, adolescentes y mujeres siguen enfrentando desigualdad en el acceso a la educación, a oportunidades laborales y a una vida digna. En una sociedad dañada por la violencia y la discriminación, las mujeres siguen alzando la voz para reclamar lo que les corresponde: derechos, justicia e igualdad.
No basta con que los derechos de las mujeres estén escritos en leyes y tratados. Es necesario que se cumplan, que se respeten y que, como sociedad, entendamos que todas las personas tienen el mismo valor, sin que el hecho de ser mujer implique riesgo o maltrato y que estos actos queden impunes.
Regresamos a este tema año tras año porque las cifras siguen siendo alarmantes. En México, se estima que cada día asesinan a 10 mujeres por el simple hecho de serlo. La carga de trabajo de las mujeres es cuatro veces mayor que la de los hombres y, sin embargo, su salario sigue siendo inferior. A nivel mundial, según ONU Mujeres, cada 10 minutos una mujer es asesinada, dejando atrás una familia rota, un futuro truncado, una vida que es arrebatada por la violencia machista.
Este y todos los días del año no pedimos, exigimos justicia. Justicia por las que ya no están. Justicia por las que siguen luchando. Justicia por la igualdad de derechos, por la equidad salarial, por una vida libre de violencia, justicia para vivir sin miedo.
Porque la lucha no termina. Porque cada voz cuenta. Porque tu lucha es mi lucha.