En la coalición de la Cuarta Transformación, se está dando un fenómeno interesante. Hay varias rutas que pretenden llegar al checador del primer domingo de junio, para alcanzar la victoria electoral. Sin embargo, las divisiones internas; las inconformidades por la designación de algunos candidatos; el peso específico de diversos liderazgos y la naturaleza misma del movimiento, complica irremediablemente el alcance de los objetivos en la totalidad de los municipios del Ambiente Político. Los choferes de la Ruta Guinda, la Ruta Verde, la Ruta de la Estrella, y la Ruta 5, en efecto, buscarán llevar al pasaje electoral a las casillas el día “D”, al menos, así está indicado en el itinerario de las dirigencias, aunque, cabe la posibilidad de que algunas rutas, se vayan por otro camino.
La Ruta Guinda con Lulú García Garay al volante, ha hecho esfuerzos importantes por mantener la unidad en MORENA, respetando los procesos internos y las indicaciones de la dirigencia nacional a cargo de Luisa María Alcalde, de subir pasaje al margen de quien le haga la parada, porque no falta el “gandalla” que se suba a media campaña, pero solo para ver si alcanza a rosar un hueso. La Ruta Guinda trae el tanque lleno, es una marca que jala a la raza de diferentes sectores, pero en procesos anteriores en Durango, no falta que se les ponche una llanta, se les frieguen los birlos, o se queden sin batería; la bronca es que no todos se bajan a apucharle al camión, algunos de los que van en los primeros asientos, saben que después del primero de junio, pase lo que pase, van a llegar al destino sin necesidad de despeinarse.
La Ruta Verde con Gerardo Villarreal, Alan González y Sandra Amaya de “chafiretes”, ha dado sus recorridos con buenos tiempos, subiendo pasaje sin distingo de perfiles entre candidatas y candidatos. Junto con ello, el respaldo de los liderazgos de talla nacional que se han hecho presentes durante la campaña, indican el grado de compromiso de dicha ruta, que busca elevar el boletaje Verde en las urnas el primer domingo de junio para fortalecer a la coalición cuatroteísta, a diferencia de la Ruta de la Estrella, que tiene muy definida su votación, solo que Gonzalo, su chofer, no se ha visto por ningún lado, su itinerario es toda un incógnita, es más, nadie ha visto el camión rojo con amarillo, circulando por las campañas, y dudan que opere el día de la jornada electoral.
La Ruta 5 que conduce Manuel Espino está subiendo pasaje sin distingo de partido, pero observando detenidamente a las y los candidatos. Ciertamente, en Ruta 5 buscan que se transite por el camino de la Transformación, pero que esto se haga con un voto informado, de tal manera, que no llegue al poder cualquier “sujeto”, que aunque cuente con la licencia morenista, no tenga el espíritu de servicio, y los valores que pregonan en la 4T. El objetivo de Ruta 5 está encaminado a elevar la participación ciudadana en las urnas. Espino Barrientos confía plenamente en que Betzabé en Gómez Palacio y Flora Leal en Lerdo, llegarán victoriosas al checador del 1ro de junio, pero en el caso de José Ramón Enríquez, a Espino, a titulo personal, no le convence y cree que MORENA se equivocó al postularlo, quién sabe sí esto influya en el destino electoral del oftalmólogo.