Con los resultados de la elección del pasado domingo 1 de junio, tanto en Durango como en Veracruz, me parece que en Morena ya deberán estar pensando quién realmente deberá tomar el control del partido, pues estamos a un par de años en que de manera natural se tenga que refrendar el “potencial” electoral que hasta hoy han representado en el país, pero para ello creo que desde Palacio Nacional tendrá que venir un “manotazo” en el escritorio para que tanto Luisa María Alcalde como el vástago de López Obrador, “Andy”, ya sea que se hagan a un lado para preparar lo que viene o bien, generar otro tipo de estrategias que no permitan el seguir perdiendo espacios de gobierno.
La elección del 2027 es uno de los exámenes que tendrá el morenismo en el país, pues la renovación de la Cámara Baja del Congreso de la Unión representa cómo observamos los mexicanos la presidencia de Claudia Sheinbaum Pardo, por lo que no será un juego en el que todo se le deja a López Beltrán, ya que de ser así, se podría pronosticar una caída en el número de curules que obtengan en San Lázaro; el problema es que la titular del Ejecutivo no tiene hasta hoy un equipo político consolidado, todos los operadores del morenismo son herencia de López Obrador, y cada quien “jala” para su lado, pero quien realmente tiene interés en que todo salga bien, es la “inquilina” de Palacio Nacional.
Fantasmas.
Y es que los “fantasmas” del 2021 se hacen presentes, pues tanto en la Ciudad de México como en la Cámara de Diputados, Morena perdió un importante número de espacios, se dice que por traiciones al interior de ese instituto político, por lo que de no estar atentos para el 2027, la historia podría repetirse. Es importante dejar en claro que si esto ocurrió estando al mando del país el “general” de la Cuarta Transformación, Andrés Manuel López Obrador, hoy que opera bajo las sombras y quien está al frente es Claudia Sheinbaum, los pronósticos para nada son favorables, por muy buena aceptación social que tenga la Presidenta, pues no es un asunto de que los mexicanos vean bien su administración, el problema, y ya se comprobó, está en la selección de sus candidatos.
Nada seguro.
Morena no tiene nada seguro hasta hoy, si bien sigue un dominio casi total en el país y en el Congreso de la Unión, los votos en “cascada” ya no podrían darse de no escoger candidatos que realmente comprendan el sentido de la política que se está imponiendo en México, bajo la ideología “cuatroteísta”, pues hay “neomorenistas” que solo están buscando un espacio para mantenerse en el poder, aunque un día antes hayan defendido otros colores políticos; la frivolidad y los lujos que algunos morenistas muestras, también puede ser factor de que no se consiga un triunfo en las urnas, pues los ciudadanos ya somos más observadores en el comportamiento de los políticos en general, porque además todo se ventila en las redes sociales.
Andy.
Ahora bien, si en el caso de Durango, Andy estuvo viviendo aquí y no obtuvo buenos resultados, imaginemos cómo sería si él será el responsable de las campañas en el 2027, donde se renovarán 300 distritos electorales federales y 200 legisladores de representación proporcional, no le alcanzarán los días de campaña para querer vivir en todas las entidades. Tampoco pueden ser garantía ni Adán Augusto López, ni Ricardo Monreal, a quien incluso se le ha involucrado con la derrota del 2021 en la Ciudad de México. López Beltrán no puede argumentar “campaña de estado” en la elección de Durango, cuando el principal operador de Morena fue Jhonatan Jardines, osea, cuando ganan todo es “limpio y transparente”, pero cuando pierden, hubo un “cochinero”, como incluso lo han catalogado.
El hijo del ex presidente no es garantía de nada, pues ha dejado de manifiesto su indiferencia hacia los propios simpatizantes morenistas, y no puedes poner al mando de un partido tan importante, a quien no hace sinergia con los electores; así se simple.
