Estamos llegando a la mitad de las campañas de los aspirantes al gobierno del estado, y con ellas empezamos también a conocer más propuestas de los candidatos de las dos coaliciones que hasta el momento tienen las más altas probabilidades de ganar. Pero también es necesario conocer los escenarios en materia presupuestal que tendrán quienes lleguen a la máxima magistratura estatal, y con ello hacer una planeación de los gastos que implicará lo que hoy están proponiendo tanto Marina Vitela como Esteban Villegas, porque si bien son proyectos de trabajo necesarios para beneficiar a las familias duranguenses, desde que cualquiera tome las “riendas” deberá generar las condiciones para lograrlo, partiendo desde luego de la realidad que se vive no solo en Durango, sino en todo el territorio nacional.
Más allá de los pendientes que habrá de dejar la presente administración, como pasa en todo cambio de gobierno, creo que quien gobierne nuestra entidad deberá ser creativo en cuanto a la administración de los recursos y buscar dinero extraordinario como el caso de la nómina educativa que podría Durango dejar de pagarla si la federación logra asumirla, pues hablamos de alrededor de tres mil 200 millones de pesos que bien podrían aplicarse a las propuestas que hoy hacen los candidatos; de hecho me parece que ese sería el primer rubro que deberán considerar una vez que se nombre al ganador o ganadora de la contienda, buscando que esa cantidad se quede aquí mismo, y no haya un recorte, pues sería un escenario óptimo para iniciar la próxima administración estatal.
Otro tema que se deberá buscar es que los recursos que le corresponden a nuestro estado, derivado del pacto que hay entre entidades y el gobierno federal, lleguen en tiempo y forma, aquí más allá de pertenecer a tal o cual partido, creo que dependerá mucho del oficio que tenga quien despache en el CCB a partir del próximo 15 de septiembre. Pero aunado a ello, quien gane la elección el 5 de junio tendrá que hacer esto con dos presidentes de la República, porque una vez iniciado el encargo aquí, en relación con el ejecutivo federal, solo coincidirán en dos años, de los cuales únicamente en el 2023 podrán generar proyectos para que se asigne mayor recurso; en el 2024, por ser año electoral y la renovación de la presidencia, será más complicado, y en los siguientes cuatro años en Durango, será con el próximo inquilino de Palacio Nacional, es decir, la próxima administración estatal tendrá la obligación de acordar con dos estilos de gobierno.
Desde luego las propuestas de Marina Vitela referente a la educación han generado buena expectativa social, en relación a la entrega de becas, la recuperación de los uniformes escolares, mochilas, útiles y calzado, que sin duda vendrían a apoyar la economía de nuestras familias. De igual forma la propuesta que recién hizo Esteban Villegas respecto al impulso en materia de infraestructura en La Laguna, que vendría a darle plusvalía a aquella región, o lo relacionado al fomento al turismo y a la cinematografía. Propuestas interesantes de ambos lados, pero que todas deberán tener ese respaldo financiero, vía gobierno federal o través de la optimización de los recursos.
Por otra parte sería muy delicado siquiera considerar el incremento a los impuestos, para con ello hacerse llegar de más recurso, pues ante las secuelas que ha dejado la pandemia y la desestabilización económica que padecieron muchas familias, ésta no sería una opción viable, porque tendría sus costos políticos y de impacto negativo para el próximo gobierno.
